La revista norteamericana The New Yorker en su edición de esta semana se suma a la campaña por desacreditar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, reviviendo el caso del fiscal Alberto Nisman.

La revista norteamericana The New Yorker en su edición de esta semana se suma a la campaña por desacreditar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, reviviendo el caso del fiscal Alberto Nisman.

En un extenso artículo, uno de sus reporteros estrellas Dexter Filkins exalta la figura del fallecido Nisman, y desde la portada de la publicación abre la interrogante si el ejecutivo argentino tuvo alguna implicación en la muerte del fiscal.

Incluso, el montaje fotográfico es elocuente muestra de la intención de tratar de desacreditar a Cristina Fernández, cuando esta termina su mandato con la más alta popularidad que un presidente haya tenido en tiempo de democracia en Argentina.

El diseño presenta tres imágenes en blanco y negro en el que se nota una clara manipulación del mensaje gráfico.

La foto de la derecha es una grande del rostro del finado, y dos pequeñas a su izquierda, la de arriba es una instantánea de archivo de la destrucción de la asociación judía AMIA y la de abajo una de la Presidenta hablando en la ONU.

Pero en la composición gráfica esa foto la rodea un círculo en tinta roja, como en rojo están las letras en torno a su imagen, en clara alusión de que está rodeada de sangre.

El gran titular de portada no puede ser más alusivo a la tesis que desarrollará el articulista: "¿Una conspiración mortal en Buenos Aires? Alberto Nisman acusó a Irán y Argentina de operar secreta e ilegalmente para enterrar un ataque terrorista. Esto pudo haberlo matado".

"Es el típico artículo en la prensa estadounidense; bien escrito que usa algunos elementos de la realidad para distorsionar esa propia realidad y generar un estado de opinión", opinó la investigadora política argentina Stella Calloni.

Es llamativo también en el momento en que sale, a tres semanas y media de las elecciones primarias y a tres de que comience el esperado juicio por encubrimiento en el atentado contra la AMIA tan solicitado por los familiares de las víctimas y por el que tanto abogó la Presidenta.

Además, la salida en Estados Unidos de la nueva edición el lunes coincidió en Argentina con la acción del juez Claudio Bonadio, notorio por impulsar casos contra el Ejecutivo, de reavivar la presunta causa de lavado de dinero contra Máximo Kirchner y su madre, la mandataria.

Igualmente, circula en momento de nuevas negociaciones de las potenciales occidentales con Irán para concretar un discutido acuerdo nuclear que disipe el clima de tensión internacional.

Se infiere que el trabajo es también un ataque a Irán, con ramalazos contra Venezuela, en sintonía con otras notas que han venido saliendo en la prensa hegemónica que responde a los círculos políticos opuestos a un éxito de esas conversaciones, considera el académico Oscar Natalich.

Respecto al eje vertebral del artículo, la muerte de Nisman, Filkins además de tergiversar a la Presidenta sobre ese hecho se centra en citas de conocidos opositores al Gobierno, pero obvia, por ejemplo, los argumentos de los tres jueces que invalidaron la denuncia de Nisman.

De hecho, esos tres dictámenes que anularon la imputación por insuficiencia de pruebas, evidencias falsas e inconsistencia jurídica hecha por tierra la propia tesis del artículo de Filkins, sostiene Natalich, director del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales.


PL