Arabia Saudí está gastando millones de dólares en anuncios televisivos en EEUU en contra del acuerdo nuclear de Irán, señaló un nuevo informe.
Arabia Saudí está gastando millones de dólares en anuncios televisivos en EEUU en contra del acuerdo nuclear de Irán, señaló un nuevo informe.
Un grupo recién creado y denominado "Iniciativa para la Seguridad Americana" ha inundado las cadenas de televisión norteamericanas con anuncios, cada uno de ellos con un valor de 6 millones de dólares, en los que se pide a los norteamericanos que llamen a su senadores para oponerse al acuerdo nuclear de Viena, señaló The Intercept, una publicación digital, el viernes.
El informe de The Intercept dijo que la "Iniciativa para la Seguridad Americana" es propiedad del antiguo senador republicano Norm Coleman, que es un lobbista registrado del régimen saudí.
La firma de Coleman, Hogan Lovells, trabaja para Arabia Saudí. Él describió su trabajo como consistente en “proporcionar servicios legales a la Embajada Real de Arabia Saudí" en temas como "los desarrollos políticos y legales que implican a Irán y buscan limitar la capacidad nuclear de Irán".
La campaña de anuncios forma parte de una guerra propagandística para convencer a los congresistas norteamericanos de que voten en contra del acuerdo nuclear de Irán, que eliminará las sanciones económicas contra la República Islámica a cambio de ciertas restricciones sobre su programa nuclear.
El Congreso controlado por los republicanos va a revisar el acuerdo nuclear con Irán y es probable que vote acerca del mismo en septiembre.
La mayoría de los republicanos se oponen al acuerdo nuclear con Irán, pero ellos necesitan 2/3 del voto en ambas cámaras del Congreso para superar un previsible veto presidencial contra cualquier legislación que sabotee el acuerdo nuclear.
Los grupos del lobby sionista en EEUU, en particular el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC), están enfrascados en un esfuerzo masivo para intentar hacer descarrilar el acuerdo nuclear en el Congreso. Sin embargo, los esfuerzos de la Administración Obama para convencer a los congresistas de que apoyen el acuerdo nuclear parecen ir por buen camino.
