Las operaciones de envergadura prosiguen en los frentes sirio e iraquí donde la población aspira a desembarazarse de los terroristas.
Las operaciones de envergadura prosiguen en los frentes sirio e iraquí donde la población aspira a desembarazarse de los terroristas. Las campañas son diseñadas y guiadas desde el centro de coordinación de operaciones en Siria e Iraq, que se encuentra en Bagdad.
Este centro se fundó hace varios meses a iniciativa conjunta de Rusia, Siria, Irán e Iraq, y sirve como principal medio de coordinación de las distintas operaciones que tienen lugar en el escenario de los combates en Siria e Iraq, manifestó a Sputnik el analista político Hüsnü Mahalli.
El Ejército sirio, apoyado por Rusia, progresa activamente en dirección a Raqqa. Al mismo tiempo, el Ejército gubernamental iraquí y sus aliados, las Fuerzas de Movilización Popular o Hashid Shaabi, han rodeado la villa iraquí de Faluya.
Según Mahalli, a pesar de una cierta coordinación entre EEUU y Rusia en la región, el rol principal en el intercambio de información y en el control de las operaciones en Siria e Iraq depende del centro de coordinación de Bagdad.
“Hace varios meses que se estableció un centro especial de coordinación política en Bagdad gracias a los esfuerzos conjuntos de Rusia, Iraq, Siria e Irán. Entonces, dicho centro no recibió la suficiente atención, pese a que las operaciones realizadas en Siria e Iraq son concebidas en él”, señaló Mahalli.
Recientemente, los combatientes del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lanzaron una ofensiva en el norte para liberar Raqqa. Sin embargo, la operación se suspendió súbitamente y las fuerzas kurdas se dirigieron, en su lugar, hacia el oeste, a Manbij. ¿Una estratagema? No, como explica Mahalli.
"Esto no fue una maniobra de diversión. En el momento de la progresión de las fuerzas kurdas de la YPG -integradas en las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)- hacia Raqqa, el gobierno sirio ordenó detener la ofensiva en esa dirección. Las fuerzas kurdas hablaban de su determinación a tomar Raqqa, lo que suscitó el descontento de las autoridades sirias que, apoyadas por Rusia, hicieron comprender a los norteamericanos que Raqqa no podía ser liberada por otro que el Ejército sirio".
Con respecto a las Fuerzas Democráticas Sirias, ellas están determinadas a tomar ahora el control de Manbij y Yarabulus a fin de bloquear las vías de aprovisionamiento del EI en el oeste.
Según Mahalli, la situación en Siria hoy no tiene precedentes. Mientras que un centenar de países (el llamado "Grupo de Amigos de Siria"), reunido por los enemigos de Siria abogaba por derrocar al presidente Assad en los años 2011 y 2012, este escenario ha pasado y el grupo quedó reducido a unos 11 estados, de los cuales sólo Arabia Saudí y Turquía insisten en la salida del poder del presidente sirio. Miles de asesinos locos fueron enviados a Siria a través de Turquía, pero ellos han fracasado también en su intento de controlar el país. Assad continúa en el poder y todas las instituciones estatales en Siria funcionan correctamente.
"Si Turquía cerrara su frontera y cesara de apoyar a los grupos terroristas, el gobierno sirio podría tomar el control del 90% del territorio del país en tres meses", señaló el experto. Él añadió que el pueblo sirio ha mostrado su rechazo a los grupos opositores armados apoyados por Turquía y Arabia Saudí, que intentan dividir a la sociedad siria en base a criterios confesionales e imponer un régimen de vida asfixiante que los sirios no aceptarán nunca.