Militantes talibanes han lanzado múltiples ataques coordinados en el enclave diplomático de la capital afgana, Kabul, y otras tres ciudades.

Militantes talibanes han lanzado múltiples ataques coordinados en el enclave diplomático de la capital afgana, Kabul, y otras tres ciudades.

Varias explosiones y disparos pudieron oírse el domingo, lo que disparó las alarmas. La zona atacada era la más protegida del país, donde se hallan las embajadas extranjeras y los principales edificios gubernamentales afganos.

Según fuentes de la OTAN, las embajadas de EEUU, Reino Unido, Japón y Alemania fueron atacadas. La alemana sufrió considerables daños y una torre de vigilancia de la británica sufrió el impacto de dos cohetes, pero no se ha hablado de víctimas en ninguno de los casos. El cuartel general de la OTAN en Kabul fue también objeto de un ataque.

Los insurgentes también se apoderaron de un edificio situado frente al Parlamento afgano y comenzaron a disparar contra este último, dijo el jefe de policía de Kabul en una declaración. Algunos parlamentarios buscaron refugio en el tejado del Parlamento. Asimismo, el Hotel Star, cercano a la residencia del presidente Hamid Karzai, fue tomado por los insurgentes durante varias horas.

Los atacantes también atacaron diversos edificios e instalaciones en las provincias de Nangarhar, Logar y Paktia, en el este del país. En Paktia, los atacantes tomaron como objetivo una academia militar. En la ciudad de Jalalabad fue lanzado un ataque contra una base aérea. En Logar, varios edificios gubernamentales fueron asaltados.

En lo que se refiere a la primera estimación de víctimas, al menos 11 oficiales de policía afganos, cinco civiles y 19 insurgentes habrían fallecido, según fuentes oficiales afganas.

Los fuertes combates continuaron hasta muchas horas después de que los ataques fueran lanzados en Kabul. Según la OTAN, las tropas internacionales no tomaron parte en los combates en la capital y dejaron la tarea de combatir contra los atacantes a las fuerzas del Ejército y la Policía afganos. Sin embargo, hay noticias de que, al menos en Paktia, helicópteros y fuerzas de tierras de la OTAN tomaron parte en los choques armados.

Zabihullah Mujahed, el portavoz talibán, dijo a AFP por teléfono desde una localización desconocida que los ataques eran un mensaje al gobierno de Kabul y sus apoyos militares occidentales.

“La Administración de Kabul y las fuerzas invasoras habían dicho desde hace tiempo que los talibanes no serían capaces de lanzar una ofensiva de primavera. Los ataques de hoy son el inicio de nuestra ofensiva de primavera,” señaló.

Ellos también afirmaron que la ofensiva era una represalia por la muerte de 17 civiles afganos en la provincia de Kandahar el pasado mes. Varios soldados estadounidenses tomaron parte en aquella matanza.

Por su parte, el embajador de EEUU, Ryan Crocker, declaró a la CNN que los ataques podrían ser obra de la red Haqqani, es decir de los talibanes pakistaníes. La Embajada de EEUU quedó cerrada cuando comenzaron los ataques, dijo el portavoz de la misma, Gavin Sundwall.

Las operaciones de los talibanes el domingo en el corazón de Kabul son una demostración del fracaso de la presencia militar internacional, cifrada en 130.000 hombres, que ha sido incapaz de derrotar a una insurgencia talibán que ha venido demostrando una creciente fuerza en los últimos meses. La OTAN se prepara para retirar sus fuerzas de combate del país a finales de 2014.