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Cuando Vietnam Venció a la Máquina Militar Estadounidense

Cuando Vietnam Venció a la M&aacutequina Militar Estadounidense

El pasado 30 de abril, Vietnam conmemoró el aniversario de la victoria en la guerra contra EEUU.

El pasado 30 de abril, Vietnam conmemoró el aniversario de la victoria en la guerra contra EEUU. Ese día en 1975, tropas combinadas del Ejército Popular de Vietnam (EPV) y el Frente Nacional para la Liberacióndel Sur de Vietnam (FLN), o Vietcong, entraron en Saigón, la capital del estado survietnamita, y pusieron fin al régimen pro-estadounidense y a la guerra. Poco antes, los últimos soldados y diplomáticos de EEUU huyeron de la ciudad a bordo de helicópteros que despegaron del tejado de la Embajada.

Los Acuerdos de Ginebra, firmados en 1954 tras la derrota francesa en Dien Bien Phu, llevaron a una “división temporal” entre la parte norte y la sur del Paralelo 17. Unas elecciones nacionales y la reunificación del país fueron planeadas para finales de 1956. Sin embargo, Washington se opuso a este proceso porque creía que los revolucionarios, liderados por Ho Chi Minh, ganarían cualesquiera elecciones democráticas.

En lugar de ello, EEUU creó un régimen corrupto y dictatorial en el Sur, que era un país artificial en todos los sentidos. En sus dos décadas de existencia, se convirtió en un estado totalmente dependiente de la asistencia económica y militar estadounidense. Cuando EEUU retiró sus tropas en 1973, el régimen, liderado por el general Nguyen van Thieu, se vino abajo después de dos años casi sin lucha.

Tonkin GulfWashington inició su guerra a gran escala en Vietnam después de fabricar el así llamado “incidente del Golfo de Tonkín”, del mismo modo que la invasión de Iraq fue lanzada utilizando el pretexto de las inexistentes armas de destrucción masiva. En aquel momento, los medios estadounidenses informaron sobre el incidente sin mostrar ninguna crítica, repitiendo la versión oficial, como sucedería más tarde en el caso de Iraq.

La guerra sufrió una escalada en 1965 cuando el presidente Lyndon Johnson ordenó incrementar el número de tropas, superando los 500.000 soldados en 1968. En aquel tiempo, la posibilidad de una derrota estadounidense parecía muy remota. El presidente Lyndon Johnson y sus generales consideraban inconcebible la idea de que el Ejército estadounidense pudiera ser derrotado a manos del ejército de un país tercermundista de 40 millones de habitantes.

Sin embargo, algunos responsables estadounidenses advirtieron ya en una fecha temprana que la guerra no podía ser ganada. El 12 de septiembre de 1967, el director de la CIA, Richard Helms, envió un informe de 33 páginas titulado “Implicaciones de un Resultado Desfavorable en Vietnam”. El documento afirmaba que un fracaso estadounidense en Vietnam “no llevaría a una cadena devastadora de derrocamientos de gobiernos por fuerzas comunistas”, desmintiendo así el principal argumento que la Administración estadounidense estaba utilizando para justificar la guerra.

El documento advirtió, sin embargo, que tal fracaso equivaldría a una “demostración bastante dramática de que existen ciertos límites al poder norteamericano, un descubrimiento que resultará inesperado para muchos, desconcertante para algunos y alentador para otros. Por encima de todo, la victoria vietnamita dejará muy claro que EEUU “no puede destruir un movimiento revolucionario que es lo suficientemente grande, dedicado, competente y que cuenta con un fuerte respaldo”.

A pesar de todas las advertencias, la Administración estadounidense tenía razones para ser optimista sobre los resultados de la guerra. En el momento más álgido del conflicto, en los años 1968 y 1969, había 600.000 soldados del EPV y del FLN luchando contra 530.000 soldados estadounidenses y 800.000 del Ejército de la República de Vietnam (ERV), que servía al régimen survietnamita. Además, EEUU tenía un completo control del mar y el aire y una amplia ventaja tecnológica.

Pese a todo esto, los guerrilleros del FLN lograron adaptarse a la estrategia estadounidense. Ellos evitaron las batallas a gran escala, en las que el superior poder de fuego del Ejército de EEUU se convertiría en el factor decisivo. En lugar de ello, el FLN llevó a cabo operaciones de “atacar y huir” contra las tropas estadounidenses en el tiempo y el lugar que escogía. Esto llevó a que una gran parte de las fuerzas de EEUU y el ERV quedarán inmovilizadas para defender las bases estadounidenses y las ciudades de Vietnam del Sur, lo que anuló una parte significativa de su ventaja numérica.

El FLN fue apoyado por la mayoría de la población del Sur, que suministró a las guerrillas comida, datos de inteligencia y reclutas. En muchos lugares, ambos eran lo mismo. La respuesta estadounidense fue utilizar métodos genocidas como los bombardeos extensivos, los asesinatos selectivos, la tortura, la destrucción de pueblos y plantaciones de arroz, las masacres y otros tipos de castigos indiscriminados. Un tercio de la población survietnamita fue reasentada a la fuerza con el fin de privar al FLN de su apoyo.

La CIA lanzó la Operación Phoenix dirigida a liquidar a líderes locales y a sospechosos de simpatizar con el FLN. Dicha operación costó la vida de 20.000 personas. También incluyó masacres como la de My Lai, en la que las tropas estadounidenses asesinaron a más de 500 hombres, mujeres y niños.

Durante la guerra, EEUU utilizó de forma amplia productos químicos tóxicos que destruyeron un tercio de los bosques del país. Incluso hoy, muchos niños nacen con horribles defectos y enfermedades porque sus padres o abuelos quedaron expuestos a dichas sustancias.

Más de tres millones de vietnamitas fueron muertos en la guerra y millones más resultaron heridos y mutilados. Durante sus bombardeos en alfombra, el Ejército estadounidense arrojó más de 15 millones de toneladas de bombas sobre el país, es decir, más que todas las bombas lanzadas por todos los bandos durante la Segunda Guerra Mundial.

En el lado opuesto, más de 60.000 soldados norteamericanos murieron y muchos más volvieron a EEUU psicológicamente destrozados por la guerra. Las tropas estadounidenses comprendieron que eran una fuerza de ocupación y que las fuerzas del FLN disfrutaban de un amplio apoyo entre la población local. Esto dio lugar a un sentimiento masivo de rechazo a la guerra entre los soldados y los veteranos que socavó la capacidad militar estadounidense. El efecto fue enorme y los oficiales vieron como su ejército que convertía en una fuerza desintegrada y desmoralizada. El Departamento de Defensa registró más de medio millón de “incidentes de deserción” durante el conflicto.

La guerra produjo un poderoso movimiento antibélico en EEUU. El rechazo a la guerra alcanzó un nivel sin precedentes dentro del país. Según las encuestas, en 1971 más del 71% de los estadounidenses afirmaba que el conflicto de Vietnam era un “error” y un 58% lo consideraba “inmoral”. El movimiento organizó las primeras protestas contra la guerra en el país. Las protestas fuera de la Convención Demócrata en 1968 y la violenta represión de la policía mostraron al mundo que existía una amplia oposición al conflicto en los propios EEUU.

A pesar de todos los crímenes y sufrimiento, ningún presidente o miembros de sus administraciones o altos responsables del Pentágono fueron llevados ante un tribunal. Sin embargo, la derrota de Vietnam provocó un shock en el seno de la élite gobernante de EEUU del que todavía no se ha recuperado. La clase política norteamericana y todas sus instituciones quedaron ampliamente desacreditadas, como también sucedió en el caso de la guerra de Iraq. Ambos conflictos demostraron ser económicamente ruinosos para EEUU.

La derrota del Ejército estadounidense en Vietnam representó una victoria de los oprimidos contra la más poderosa máquina de guerra del mundo y la culminación del combate de 30 años del pueblo vietnamita. Ella mostró por primera vez los límites de EEUU e inspiró a otros países a luchar para conseguir su libertad.