28-04-2024 05:54 PM Tiempo de Jerusalén

La Coalición Nacional Siria al borde del colapso antes de Ginebra

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A dos semanas de la celebración de la Conferencia de Ginebra-2 para la paz en Siria, la Coalición Nacional Siria, apoyado por los países occidentales, se encuentra al borde del colapso.

A dos semanas de la celebración de la Conferencia de Ginebra-2 para la paz en Siria, la Coalición Nacional Siria, el principal grupo de la oposición exterior, apoyado por los países occidentales, se encuentra al borde del colapso, en medio de fuertes presiones externas y divisiones internas en relación a la asistencia o no al evento.

Su comportamiento es fácil de entender. Sus miembros habían apostado por una repetición del escenario libio, pero su juicio fue erróneo. Washington ha mostrado claramente que no desea abrir un frente de guerra sirio y al mismo tiempo podría cortar la financiación a los grupos que se nieguen a ir a Suiza para buscar un compromiso con el gobierno sirio.

El pasado 7 de enero, Omran Zohbi, ministro de Información sirio, subrayó que el diálogo con la oposición podría llevar a la formación de un gobierno de unidad nacional o a un incremento del número de ministros. Sin embargo, una administración de transición, como la que existió en Iraq durante la ocupación estadounidense, está totalmente descartada. EEUU, por su parte, parece aceptar el primer escenario.

Retrasos continuados

Durante meses, la conferencia fue pospuesta por falta de interés de la oposición y sus divisiones. Ahora que la fecha ha sido ya fijada, la decisión sobre si acudir o no está creando fuertes tensiones dentro de la Coalición.

El encuentro de la pasada semana para decidir si acudir a Ginebra o no terminó en el caos. Algunos miembros abandonaron la sala de reuniones y unos cuarenta de ellos hicieron público su abandono de la Coalición. Esta última ha pospuesto su decisión hasta el día 17 de enero, es decir, cinco días antes de la conferencia. Varios miembros de la misma han criticado la reelección y los métodos del actual presidente, Ahmed Yarba, que envió una carta al secretario general de la ONU afirmando que la Coalición acudiría a Ginebra sin haber preguntado al Consejo General de la misma cual era su opinión al respecto.

El liderazgo de la Coalición ha prometido que todo será arreglado el 17 de enero a más tardar, es decir, cinco días antes de la apertura de la conferencia. Una negativa de la Coalición a participar en la Conferencia o una fractura de la misma dejaría a EEUU sin tiempo para intentar remediar la situación.

“Ginebra está demostrando ser un camino ruinoso para la así llamada oposición moderada, tanto en el aspecto político como militar”, dijo Salman Sheij, director de Centro Brooking de Doha, a Associated Press. El veterano líder opositor sirio Haizam Manna se muestra de acuerdo y espera que la Coalición se rompa antes de la Conferencia. “Yo siempre ha dicho que la Conferencia de Ginebra será el fin de la Coalición. El grupo tiene una composición demasiado explosiva”.

Falta de credibilidad

A todo esto hay que sumar el tema de la credibilidad, que ha perseguido a la Coalición desde su creación hace un año. Este órgano fue establecido bajo una intensa presión internacional para intentar formar un organismo unido que sirviera de contrapeso a las fuerzas extremistas que luchan contra el gobierno del presidente Bashar al Assad.

Sin embargo, la Coalición nunca ha logrado convertirse en el liderazgo unificado y efectivo que sus patrocinadores árabes y occidentales querían. Los rebeldes armados acusan a la oposición de ser ineficaz y estar fuera de la realidad. En septiembre, una decena de los más prominentes grupos armados rompieron con la Coalición y su ala militar, el Consejo Militar Supremo, y afirmaron que ella no les representaba. Varias organizaciones más han seguido desde entonces.

Irritación occidental

Los opositores parecen olvidar, sin embargo, que si ellos irritan demasiado a los actores principales de la conferencia, principalmente EEUU, podrían ser marginados del escenario político y perder su influencia y su financiación por parte de los “países amigos”.

El Departamento de Estado de EEUU confirmó el miércoles que el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, mantendrá el día 13 de enero un encuentro con su homólogo ruso, Serguei Lavrov. Dicha entrevista versará sobre los últimos preparativos de la conferencia.

En realidad, la organización del evento se haya en un estado muy avanzado. El 20 de diciembre de 2013, las partes habían fijado ya prácticamente la lista de 30 participantes en las conversaciones e incluso Arabia Saudí, que se ha opuesto a este proceso hasta el último momento, acabó finalmente por acceder a participar. En París, Lavrov y Kerry podrían también acordar una participación de Irán.

El fracaso de la oposición siria contrasta con la solidez de la postura del gobierno sirio. En otoño de 2013, el jefe de la diplomacia rusa prometió trabajar con Damasco para formar su delegación en Ginebra-2 y cumplió su promesa: “Como hemos indicado, Rusia juega un papel decisivo en la organización de la participación del gobierno en la conferencia. Ella prometió hacerlo y lo ha logrado”, señaló la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, el 8 de enero en Washington.