Manifestantes irritados tomaron las calles de Sao Paulo el sábado para pedir la destitución de la presidenta Dilma Roussef, a pesar de la victoria de esta última en las recientes elecciones.

Manifestantes irritados tomaron las calles de Sao Paulo el sábado para pedir la destitución de la presidenta Dilma Roussef, a pesar de la victoria de esta última en las recientes elecciones presidenciales.

Unos 2.500 simpatizantes de la oposición derechista marcharon por la ciudad, el centro industrial y financiero del país, para mostrar su frustración por la reelección de esta última para un nuevo mandato. Ellos acusaron a Rousseff de tolerar la corrupción en el país.

Las elecciones de la pasada semana mostraron un enorme apoyo a la presidenta en las zonas del noreste del país, donde millones de personas se han visto beneficiadas por los programas sociales que el PT de Rousseff ha aprobado en la última década.

Estos programas han sacado de la extrema pobreza a 40 millones de brasileños, que han formado el núcleo de apoyo a Rousseff y al PT en los recientes comicios.