Las declaraciones del alcalde de Londres han creado una gran política después de que la policía haya permitido a un individuo pasearse por la capital británica envuelto con la bandera del EI.
Las declaraciones del alcalde de Londres han creado una gran política después de que la policía londinense haya permitido a un individuo pasearse por la capital británica envuelto con la bandera del EI.
“Vivimos en un país libre y, en mi opinión, necesitamos una ley parlamentaria para considerar como ilegales algunas banderas o iconografías”, dijo el alcalde, Boris Johnson, comentando este hecho, que ha desencadenado una gran polémica en el Reino Unido, pocos días después de que el EI asesinara a 30 británicos en las playas de Susa, en Túnez.
La policía londinense decidió no detener a un hombre acompañado de una niña pequeña que llevaba una bandera del EI cerca del Parlamento británico. Los policías les pararon, pero luego tomaron la decisión de no interrogarlos. Incluso si Johnson ha señalado que no le gusta a nivel personal “que la gente agite una bandera del EI”, su voz se ha elevado para afirmar la “legalidad” de tal acción en el Reino Unido.
El hecho de que tal hecho tuviera lugar ante el Parlamento y que ese hombre estuviera acompañado por una menor añade además “un elemento particular en esta historia”, señalan medios británicos, que acusaron al primero de utilizar a la niña de “barrera” en el caso de que algo pasara.