Según un experto económico saudí, Jalid al Alqami, “la corrupción endémica de los responsables saudíes representa un verdadero peligro para Arabia y no los militantes políticos saudíes.
Según un experto económico saudí, Jalid al Alqami, “la corrupción endémica de los responsables saudíes representa un verdadero peligro para Arabia y no los militantes políticos saudíes, que están detenidos en las peores condiciones en las prisiones saudíes”, manifestó al canal Al Alam.
Al Alqami escribió en su cuenta de Twitter: “¡Cómo hubiera deseado ver una iniciativa de parte del reino para alegrar los corazones de las familias de los detenidos a fin de que ellos pudieran celebrar la fiesta del Id el Fitr (fin del Ramadán) en familia y abrir una nueva página!”.
El dijo que “el dossier de los activistas saudíes detenidos -que han reivindicado reformas sin incitar a la violencia- es “una vergüenza para el reino” y dijo que el bloqueo en la situación política saudí no sirve más que a los enemigos del país.
Él añadió que “la corrupción, que castiga duramente el reino, amenaza su estabilidad e incluso la paz civil” y añadió que “problemas como la pobreza, el paro y la falta de viviendas no dejan de agravarse de año en año”.
Él concluyó diciendo: “El Estado tiene el deber y la responsabilidad de escuchar todas las opiniones, incluyendo las demandas de reforma, incluso si las desaprueba. Hace falta que más patriotas saudíes muestren su respaldo a estas reformas si se preocupan del futuro del país y apoyan su unidad y estabilidad”.
“La tasa de pobreza en Arabia Saudí supera a la de los países de la región, incluyendo Jordania, Túnez, Siria y Líbano”, señaló un experto economista en un vídeo publicado por el sitio en árabe watanserb.com hace dos años
Según esta misma fuente, la tasa de paro en Arabia Saudí supera también a la de la mayor parte de los países de la región. “Todas estas cifras han sido publicadas por el sitio del Banco Mundial”, señala el vídeo.
Él añade que “incluso los saudíes que trabajan están endeudados en los bancos” y esto afecta a “un millón de funcionarios y militares”.
A pesar de sus enormes ingresos petrolíferos, Arabia Saudí atraviesa numerosas dificultades de tipo político y social. El país ocupa un lugar muy bajo en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, por detrás de un gran número de países asiáticos y latinoamericanos, incluso de algunos que sufren un bloqueo y sanciones como Cuba.
Por otro lado, una gran parte de los ingresos petrolíferos de Arabia Saudí se ve dilapidada por la familia real. En el país no hay separación entre los fondos de la familia real y los del estado.
La población no tiene voz ni voto en las decisiones económicas del país, donde no existe una constitución ni elecciones ni un parlamento. Las manifestaciones y protestas están prohibidas.
Arabia Saudí ha realizado enormes adquisiciones de armamento por valor de decenas de millones de dólares a compañías occidentales, lo cual es uno de los factores que explican la postura de apoyo de Occidente al régimen wahabí.