El primer ministro iraquí ha señalado que la conclusión del acuerdo entre Irán y las seis potencias mundiales beneficiará a la lucha contra el terrorismo en su país.

El primer ministro iraquí ha señalado que la conclusión del acuerdo entre Irán y las seis potencias mundiales beneficiará a la lucha contra el terrorismo en su país. En una declaración a los medios el miércoles, Haider al Abadi, señaló que “el acuerdo expresa una voluntad común de llevar la paz y la seguridad a la región”.

En un comentario similar, Saad al Hadizi, portavoz de Abadi, también reaccionó calificando el acuerdo de “un catalizador de la estabilidad regional” y un “paso importante para lograr la unidad en la lucha contra el terrorismo”.

Según la publicación UNZ Review, los habitantes de Nayaf y Kerbala han especulado sobre si el acuerdo nuclear podría llevar a un mayor apoyo de EEUU al país en su lucha contra el EI. Un comandante de una milicia shií recordó, en este sentido, que EEUU no había querido apoyar a los combatientes shiíes en sus anteriores combates contra el EI sobre el terreno.

EEUU ha mostrado su apoyo al gobierno iraquí en su lucha contra el EI pero no ha querido entregar armas y equipos a Iraq para combatir a este grupo terrorista. En los últimos días, sin embargo, Washington ha enviado las primeras unidades de los F-16 que Iraq había adquirido, pero que no había recibido hasta ahora

La ayuda norteamericana se ha limitado hasta ahora a proporcionar entrenamiento a unidades militares iraquíes y a los pershmerga kurdos y a algunos esporádicos ataques aéreos. Irán, por su parte, ha apoyado también a estos dos últimos, pero también a las milicias shiíes.

Algunos clérigos shiíes esperan que el acuerdo nuclear pueda llevar a una cooperación entre EEUU y otros países occidentales e Irán en la lucha contra el EI. “Ahora necesitamos que todo el mundo se una y destruya al EI, que es una amenaza para el mundo entero”, señaló uno de ellos citado por UNZ Review.

En la actualidad, las milicias shiíes están llevando a cabo una campaña en la provincia de Anbar, concretamente en Faluya y Ramadi, en contra del EI. EEUU planteó objeciones durante mucho tiempo a la presencia de estas milicias en Anbar, lo cual fue una de las causas de la captura de Ramadi por las fuerzas del EI, pero al final parece haber aceptado esta realidad aunque con la condición de que ellas obren bajo las órdenes del gobierno de Iraq. En la actualidad, se cree que hay 120.000 milicianos shiíes movilizados en la lucha contra el EI dentro las Fuerzas de Movilización Popular (Hashid Shaabi).

Un alto clérigo shií ha pedido a EEUU que suministre armas a Iraq y presione a Arabia Saudí, Turquía y Qatar para que dejen de proporcionar ayuda militar y financiera al EI, al grupo Frente al Nusra, la rama de Al Qaida en Siria, y a otros grupos terroristas.

Otra demanda de los líderes religiosos shiíes es que Turquía cierre su frontera al paso de voluntarios que cruzan hacia Siria e Iraq para unirse a los grupos terroristas.

Aunque el acuerdo entre Irán y EEUU podría no traducirse inmediatamente en una cooperación entre los dos países contra el EI, puede animar con el tiempo a EEUU a relacionarse con dos aliados de Irán, las milicias shiíes en Iraq y el Ejército sirio, que resultan imprescindibles en la lucha contra el grupo terrorista takfiri.