El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha señalado que Canadá debe poner fin a sus prácticas discriminatorias contra la población indígena y respetar sus derechos.

El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha señalado que Canadá debe poner fin a sus prácticas discriminatorias contra la población indígena y respetar sus derechos.

Este organismo, con sede en Ginebra, publicó un informe el jueves declarando que Canadá tiene todavía mucho que hacer para garantizar los derechos de la población nativa y condenó las prácticas de discriminación del gobierno canadiense contra la misma, incluyendo las mujeres y los niños. La actual ley sobre los indios data de 1876.

El Comité denunció las desapariciones y asesinatos de mujeres indígenas. Más de 1.300 mujeres indias desaparecieron en el país entre 1980 y 2012, es decir una proporción cuatro veces mayor que el conjunto de la población.

Asimismo, el Comité llama la atención sobre "uso excesivo del encarcelamiento de los autóctonos y el maltrato a estos últimos en prisión. Asimismo, demandó servicios sanitarios adecuados para la población indígena.

Muchos indios en Canadá viven en condiciones de pobreza, sin agua potable y una vivienda adecuada. La tasa de alcoholismo, drogadicción y suicidios es mucho mayor entre la población indígena que entre la población blanca canadiense. Los 1,4 millones de indígenas del país constituyen el 4,3% de la población total del país.

Por su parte, los dos partidos de oposición, el Partido Liberal y el Nuevo Partido Democrático, han prometido ratificar la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

El gobierno conservador canadiense y otros tres países (Australia, EEUU y Nueva Zelanda) fueron los únicos estados en votar contra este texto que los nativos americanos, los inuits y los metis de Canadá apoyaron.

El gobierno ultrasionista del conservador Stephen Harper ha sido también objeto de condenas por aprobar una legislación que permite mantener a los refugiados e inmigrantes indocumentados en prisión por un tiempo indefinido.