El presidente sirio, Bashar al Assad, ha criticado duramente la actitud de los países occidentales en lo que se refiere al terrorismo calificándola de "gran hipocresía".
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha criticado duramente la actitud de los países occidentales en lo que se refiere al terrorismo calificándola de "gran hipocresía", en la que nadie puede confiar, ya que "el terrorismo sólo está tal cuando les afecta a ellos, pero cuando va dirigido contra nosotros constituye "revolución, libertad, democracia y derechos humanos".
Assad, que se expresó delante de un grupo de representantes de organizaciones populares, sindicatos y cámaras de comercio en Damasco, criticó igualmente a la oposición siria del exterior, acusándola de mantener estrechos vínculos con el terrorismo. El señaló que estos dos protagonistas están financiados por un solo y único patrocinador, que quiere someter a los sirios por medio de dos vías, una política y otra terrorista, con el fin de transformar a Siria en un estado vasallo.
Según él, toda parte que no busque la eliminación del terrorismo no tiene futuro.
"No tenemos otra opción que proseguir nuestra lucha contra el terrorismo. No hay economía ni cultura ni seguridad ni moral allí donde el terrorismo se instala", indicó.
Expresándose sobre el terrorismo, Assad dijo: "Se trata de un pensamiento enfermo y de una doctrina perversa que ha nacido y se ha desarrollado en medios afectados por la ignorancia y el subdesarrollo. No hay duda de que es el colonialismo el que lo ha concebido, y le ha procurado todos los medios necesarios para su subsistencia y continúa haciéndolo".
El presidente sirio se preguntó cómo aquellos que han expandido la simiente del terrorismo van a ser después los que lo van a combatir.
Según él, los cambios de postura de algunos países occidentales no pueden ser fiables, dado que ellos utilizan un doble rasero. "Hemos sabido desde el primer día que sólo podemos contar con nosotros mismos y con los verdaderos amigos del pueblo sirio".
Ássad señaló que Rusia y China son garantes en contra de la transformación del Consejo de Seguridad en un instrumento para amenazar a los pueblos y destruir a países como Siria.
Refiriéndose a la ayuda suministrada por Irán a Siria, el explicó que "esta batalla no es la de un estado, de un gobierno o de un presidente sino la de todo un eje que representa una vía hacia la independencia, la dignidad, los intereses de los pueblos y la estabilidad de los países".
Según el número uno sirio, la única iniciativa que los países occidentales aplaudirían es que "sometamos nuestro país a ellos, lo cual ellos nunca conseguirán".
Assad evocó también la contribución de Hezbolá a la lucha contra el terrorismo para asegurar la frontera con el Líbano. El mostró su agradecimiento al movimiento libanés y destacó la experiencia que ha suministrado, asegurando que la Resistencia libanesa "ha dado lo máximo a Siria". "La sangre de nuestros hermanos fieles de la Resistencia libanesa se ha mezclado con la de los soldados del Ejército sirio. Su papel es importante y su participación es muy eficaz y de gran calidad en el logro de los éxitos".
"Sin embargo, ningún amigo o hermano puede defender nuestro país en nuestro lugar", indicó Assad.
En relación a la oposición siria, el presidente sirio buscó diferenciar la del extrerior de la del interior. "Hay una gran diferencia entre la oposición del exterior, fabricada en el extranjero y sumisa a su diktat, y la oposición interior que trabaja con nosotros para salir de esta crisis y reforzar la inmunidad del país", señaló.
En lo que respecta al diálogo entre el gobierno sirio y las facciones de la oposición, él dijo: "Existen tres clases de oposición: la nacionalista, la colaboracionista y la oportunista".
Assad rindió homenaje a los ciudadanos sirios que se han unido a las fuerzas regulares para defender la patria y cuya participación ha permitido ganar la batalla más rápidamente y con menores pérdidas. "La patria no es para aquellos que viven llevando una nacionalidad y un pasaporte, sino para aquellos que la defienden y la protegen", indicó.
Y, para concluir, Assad manifestó que la batalla militar librada en Siria está acompañada de una guerra mediática y psicológica que intenta propagar la idea de que Siria está dividida en entidades geográficas separadas entre los lealistas y la oposición o entre grupos comunitarios.
"En efecto, hay dos componentes sobre el terreno: los terroristas de todas las nacionalidades, por un lado, y todos los sirios, por otro". Él aconsejo a los que quieran evaluar la situación en Siria que lo hagan profundamente en los niveles popular y demográfico, y no solamente sobre una base militar y geográfica..
"Estamos en una fase decisiva donde no hay lugar para el compromiso. No renunciaremos nunca ninguno de nuestros derechos ni a una pulgada de nuestro territorio. No seremos nunca esclavos sino los dueños de nuestros potenciales y de nuestros derechos en nuestro país", afirmó el presidente Assad.