Fuentes en Damasco, Teherán y Mascate confirmaron al periódico Al Akhbar que un acuerdo no está cerca a pesar de las iniciativas existentes y el intercambio de ideas y visitas.
Siria y Arabia Saudí han reanudado los contactos lejos de las cámaras, mientras en varias capitales continúan las acciones vinculadas a la iniciativa rusa para crear una alianza contra el terrorismo en Oriente Medio y resolver la crisis de Siria a través de negociaciones. Sin embargo, fuentes bien informadas han dicho al periódico libanés Al Akhbar que tales encuentros no han producido ningún avance hasta el momento.
La iniciativa rusa ha abierto las puertas a la comunicación entre diferentes partes concernidas por la crisis siria. El jefe de la Oficina de la Seguridad Nacional Siria, mayor general Ali Mamluk, regresó a Riad a mediados de esta semana acompañado de un alto oficial ruso para acudir a un encuentro sirio-saudí sobre temas de seguridad.
Esta visita de Mamluk es la segunda después de que el pasado mes de julio él visitara Riad por primera vez y se entrevistara allí con el segundo príncipe heredero y ministro de Defensa saudí, Mohammed bin Salman.
Otros responsables de países árabes del Golfo Pérsico han visitado el aeropuerto de Damasco también lejos de los focos. Omán fue el jueves escenario de la primera visita de una delegación oficial siria, encabezada por el ministro de Exteriores, Walid Muallim, al Golfo desde que la guerra comenzó. El Sultanato de Omán, que se caracteriza por una gran independencia política y una activa diplomacia, logró sentar las bases de las negociaciones sobre el acuerdo nuclear de Irán y ahora trata de hacer lo mismo en relación al conflicto de Siria.
Aunque los rusos y los norteamericanos parecen convencidos de la necesidad de comprometer a todas las partes en el logro de una solución política, las profundas diferencias entre los actores del conflicto hacen que sea prematuro hablar de cualquier tipo de acuerdo.
Fuentes en Damasco, Teherán y Mascate confirmaron al periódico Al Akhbar que un acuerdo no está cerca a pesar de las iniciativas existentes y el intercambio de ideas y visitas. Ellas señalan que las posiciones están todavía muy alejadas y que el equilibrio de poder en la región hace que no sea posible lograr una solución política sin la concurrencia de algunos actores regionales clave.
EEUU habría dado a Rusia un cuasi-mandato con vistas a arreglar la crisis que estaría basado en un conjunto de puntos: Primero, la prioridad debe ser la lucha contra el terrorismo. En segundo lugar, la inevitabilidad de una solución política y en tercero, el logro de una tal solución con independencia de lo que deseen las diferentes potencias regionales.
Con el fin de promover esta solución han tenido lugar dos importantes encuentros: uno en Doha entre EEUU y los países del Golfo y otro en Teherán entre Rusia, Siria e Irán. El tercer paso ha sido el viaje de Muallim y Mohammad Yavad Zarif, ministro de Exteriores de Irán, a Mascate.
Sin embargo, existen enormes diferencias. Washington quiere la salida del poder de Assad, mientras que Rusia apoya su permanencia, al menos hasta el fin del actual mandato presidencial. Siria, por su parte, señala que no permitirá ningún compromiso en este punto y que sólo a los sirios corresponde el decidir quién será su presidente.
Por su parte, Arabia Saudí quiere una solución simultánea de los conflictos de Yemen y Siria. En Siria, defiende la salida de Assad del poder y en Yemen, por el contrario, pretende la reinstauración en el poder de su vasallo, el ex presidente Abed Rabbo Mansur Hadi.
Irán, que ha mantenido un liderazgo en la ayuda a la lucha del Estado y el pueblo de Siria contra el terrorismo, insiste en la permanencia del presidente Bashar al Assad y en mantener una comunicación abierta por tierra entre Teherán y Beirut. Irán ha dejado claro que continuará su apoyo a sus aliados en la región, según reiteró el Líder Supremo del país, Ali Jamenei, en un reciente discurso. La traducción de esta declaración significa que Irán apoya la permanencia del Presidente Assad en el poder. Esta postura es lógica teniendo en cuenta que Assad representa la permanencia del Estado y la lucha contra el terrorismo y ninguna otra personalidad puede cumplir ahora esta misión.
De este modo, ninguno de los implicados en la crisis se ha retirado de sus previas posturas y aspiraciones y, por tanto, no existe un clima de optimismo en este sentido sobre el futuro de estas iniciativas. Arabia Saudí prosigue su escalada en Yemen y promueve una intensification de la lucha en Siria. De este modo, las fuentes confirman que la prioridad sigue siendo lo que ocurra en el campo de batalla.