Al menos 80 personas murieron en una ola de ataques contra fieles en Iraq el jueves, el mayor balance de víctimas desde la retirada de las fuerzas de ocupación estadounidenses del país.
Al menos 80 personas murieron en una ola de ataques contra fieles en Iraq el jueves, el mayor balance de víctimas desde la retirada de las fuerzas de ocupación estadounidenses del país.
En respuesta a estos ataques, Hezbolá ha visto en esta serie de crímenes “una nueva versión de un proyecto estadounidense dirigido a vengar la derrota flagrante de las fuerzas de ocupación, que se han retirado de Iraq de una manera humillante”.
En un comunicado difundido el jueves, Hezbolá señala que “los terroristas que cometieron estos crímenes horribles -los planificadores y ejecutores- son meros instrumentos a sueldo de los norteamericanos y de sus agentes, que colaboran en el plan para crear divisiones dentro del pueblo iraquí, ya que estos crímenes terroristas van dirigidos contra los fieles que acuden a los lugares santos.”
Hezbolá, que presentó sus condolencias a los iraquíes, ha pedido a estos últimos que “se unan para hacer fracasar este plan infernal”.