Testigos del terror impuesto en Al Qaryatayn, la última ciudad siria ocupada por las bandas terroristas del grupo Estado Islámico (EI).

Testigos del terror impuesto en Al Qaryatayn, la última ciudad siria ocupada por las bandas terroristas del grupo Estado Islámico (EI), describieron hoy cómo sobrevive la población civil que quedó encerrada en esta zona.

Prensa Latina obtuvo testimonios de varios civiles, incluso de algunos que aún permanecen dentro de la ciudad, después que el pasado 6 de agosto, los yihadistas tomaran el control de este poblado ubicado en la provincia de Homs, a 135 kilómetros al noreste de esta capital.

Loreen, una mujer cristiana que prefirió no dar su apellido por temor a represalias con sus familiares que siguen retenidos en Al Qaryatayn, contó como los extremistas armados decapitan a personas, acusados de ser leales al gobierno del presidente Bashar al-Assad.

Explicó además, que la mayoría de los miembros del EI que ocupan el pueblo son mercenarios extranjeros, que se instalaron en las viviendas abandonadas por los miles de desplazados que huyeron al inicio de los combates.

Según Mohammed, un médico militar que logró escapar junto a su familia, los terroristas fiscalizan las entradas y salidas de la zona, a través de los principales cuatro puestos de control que dan acceso a al-Qaryatayn, donde permanecen izadas las banderas negras del EI.

Fuentes locales confirmaron a Prensa Latina que el gobierno sirio acogió en escuelas y otras instalaciones públicas del poblado de Saddad, y en las ciudades de Homs y Damasco, a 75 mil personas que fueron desplazadas a consecuencia de los enfrentamientos entre el ejército y las bandas extremistas.

A pesar de esta medida, aun quedan muchas familias sin refugio, que pernoctan en parques y establecimientos públicos en esta capital.

Las mismas fuentes explicaron que en el interior de Al Qaryatayn permanecen alrededor de 25 mil civiles, muchos de ellos miembros de familias pobres que prefirieron quedarse por no tener lugar seguro donde ir, retenidos que se les impide la salida a otros pueblos, y un grupo de simpatizantes del EI.

El 25 por ciento de la población en este lugar es cristiana, y según trascendió hace unos días, más de 60 de ellos fueron secuestrados, -19 niños y 45 mujeres-, capturados en el monasterio de Mar Elian.

Uno de los propósitos del EI en tomar Al Qaryatayn, es su proximidad a una estratégica carretera que une a la provincia de Homs con la cordillera de Qalamún, cerca de la frontera con Líbano, lo que les permitiría abrir una ruta de aprovisionamiento de armas, municiones y hombres.

En marzo pasado, cerca de 950 familias asirias de la provincia de Hasaka y la ciudad de Qamishli, en el noreste de Siria, se vieron forzadas a desplazarse de sus localidades por los extremistas armados.

Hasta el 2011 se reportaban en la región alrededor de Siria, dos mil cristianos asirios ortodoxos, y hoy solo quedan 180.


Miguel Fernández Martínez – Prensa Latina