EEUU desearía ver un cambio de régimen en China, pero al mismo tiempo se da cuenta de que el gobierno chino está anclado firmemente en el poder.
EEUU desearía ver un cambio de régimen en China, pero al mismo tiempo se da cuenta de que el gobierno chino está anclado firmemente en el poder, señaló el analista político Eric Draitser en una entrevista con la agencia rusa Sputnik.
Moscú y Pekín están cada vez más próximos hoy en día. Ambos se mantienen vigilantes frente a las numerosas ONGs estadounidenses que operan en sus países y que llevan a cabo, en muchos casos, actividades subversivas. Estas organizaciones representan el "soft power" norteamericano en esos países y otros del mundo.
"Dichas ONGs actúan de facto como instrumentos de los servicios de inteligencia y los gobiernos occidentales y ayudan a promover los objetivos de Washington y sus aliados", explicó Draitser, analista goepolítico estadounidense y redactor de Stopimperialism.com.
Draitser acusó a EEUU de intentar desestabilizar a China a través de una red de diferentes ONGs. En particular, el analista se refirió a la llamada "revolución de los paraguas", un movimiento de protestas en Hong Kong, que estuvo estrechamente vinculado al "soft power" de EEUU. Además, las ONGs de EEUU echan combustible al fuego de las tensiones étnicas "en numerosas regiones chinas" difundiendo informaciones alteradas sobre estas regiones y que denigran a Pekín.
A la pregunta sobre sí la situación actual permite augurar que Washington proyecta desencadenar una revuelta al estilo de la Plaza de Maidan en China, la respuesta de Draitser fue "EEUU apreciaría un cambio de régimen en China, pero ellos no son tan ingenuos como para esperar esto próximamente".
Draitser añade que la aproximación entre Rusia y China ha creado una enorme barrera a la hegemonía de EEUU en Asia y el Pacífico.
En los últimos años, las relaciones entre Rusia y China se han estado fortaleciendo, en especial en temas económicos, de infraestructuras, de energía, de seguridad y también en el terreno militar. Estos vínculos han dado pie al nacimiento de organizaciones internacionales como la Organización de Cooperación de Shanghai o el BRICS, bloques éstos que han supuesto un duro golpe para la hegemonía estadounidense.