El Ministerio de Defensa israelí reinició la construcción del muro de separación en el valle palestino de Cremisán, cerca de Belén, pese al rechazó del Tribunal Supremo.

El Ministerio de Defensa israelí reinició la construcción del muro de separación en el valle palestino de Cremisán, cerca de Belén, pese al rechazó del Tribunal Supremo, informaron el martes medios de prensa.

Según los medios, el órgano judicial solicitó que se reconsiderara la reanudación de ese objeto de obra que arremete contra la integridad territorial palestina.

El lunes la maquinaria pesada llegó al valle de Cremisán, ubicado entre la localidad palestina de Beit Yala y la colonia israelí de Guilo. Los operadores arrancaron olivos para preparar el terreno a fin de construir la barrera, declaró a la prensa Ibrahim Somalí, párroco de la Iglesia de la Anunciación.

"Israel sacó ayer sus excavadoras y el Ejército empezó a arrancar olivos milenarios para construir el muro. Es una tragedia para la naturaleza, una tragedia para la comunidad cristiana y una tragedia para el pueblo palestino del área de Belén", precisó el religioso.

El Ejército planea arrancar miles de árboles para levantar la valla y, como acostumbra no entregó a los propietarios ningún mapa con el trazado del valladar, para que los palestinos afectados "no puedan recurrir de nuevo a los tribunales", añadió Somalí.

Los residentes de Beit Yala, el Monasterio católico de Cremisán y su convento, protagonizan desde hace cerca de una década una lucha legal contra el establecimiento del muro. En abril, el Tribunal Supremo aceptó su solicitud contra la construcción, pero evidentemente el Ministerio de Defensa no hizo caso.

Gilo es un barrio del sur de Jerusalén y se halla más allá de la Línea Verde del armisticio de 1949, en un área internacionalmente considerada zona ocupada en las cercanías de la ciudad Cisjordania de Belén.