Desde hacía dos meses la dirección de la Seguridad General había sido informada de que Assir estaba tratando de abandonar el país y que había confeccionado una nueva identidad.
Hace pocos días que el líder terrorista salafista libanés Ahmad al Assir se encuentra en las manos de las fuerzas de seguridad libanesas. Él fue arrestado en el Aeropuerto Internacional de Beirut el pasado sábado cuando trataba de abandonar el país.
Ahora, nuevas revelaciones hablan de su vida y sus planes. Lo más sorprendente es que él no buscaba dirigirse a Egipto ni a Turquía ni a Qatar, como se había dicho, sino a Nigeria donde quería unirse al grupo Boko Haram. Este hecho ayuda a confirmar sus vínculos con el grupo terrorista wahabí EI.
Su decisión de abandonar el Líbano no sorprendió a los servicios de seguridad que le buscaban desde los acontecimientos de Abra (cerca de Sidón) en Junio de 2013. En aquel tiempo él y sus partidarios protagonizaron enfrentamientos con el Ejército libanés matando a 18 militares del Líbano y perdiendo a 11 de sus hombres.
Según el periódico libanés Al Akhbar, desde hacía dos meses la dirección de la Seguridad General había sido informada de que Assir estaba tratando de abandonar el país y que había confeccionado una nueva identidad. Ella sabía perfectamente que el nombre que emplearía era Khalid y que se había procurado un falso pasaporte palestino.
El día de su captura en el aeropuerto fue él mismo el que se jactó de su verdadera identidad. Apenas los servicios de seguridad le dijeron que su pasaporte era falso, el afirmó llamarse "Ahmad al Assir al Husseini".
Durante su interrogatorio, el pareció querer confesarlo todo, sin ninguna reserva, señala el periódico. El reveló además la identidad de todos aquellos que le habían ayudado durante los acontecimientos de Abra, antes y después.
En estos dos últimos días, seis de sus próximos han sido detenidos en el Líbano.
Concerniente a estos hechos, él mantuvo la versión que ya ha sido mencionada de que fueron miembros de las Brigadas de la Resistencia (próximas a Hezbolá) los que les habían “provocado”.
Tras los choques con el Ejército, él huyó a Trípoli, en el norte del país, en el maletero de un vehículo conducido por su esposa hasta el domicilio del presidente de la Unión de Religiosos Musulmanes, Sheij Salem Rafei.
Luego estuvo en casa de Sheij Jalid Habloss, un religioso extremista y firme partidario de las milicias salafistas en Siria. Más tarde, cuando se produjeron investigaciones y registros en Trípoli, él optó por regresar a su ciudad Sidón. Allí, permaneció la mayor parte del tiempo en el campo de refugiados palestino de Ain el Helué,
El jueves pasado él decidió irse a Nigeria para ingresar en la milicia de Boko Haram donde tiene amigos. Él contaba con pasar desapercibido allí y hacer creer que continuaba en el Líbano para lo cual iba de vez en cuando a difundir discursos suyos grabados en Internet.
La Justicia libanesa ha detenido hasta ahora a 74 acusados en relación a este caso.
Los investigadores buscan saber de dónde proceden los fondos que sirvieron para financiar su movimiento. Se ha sabido que uno de los patrocinadores de Assir es un libanés residente en Brasil. Un segundo vive en Qatar. Varios de sus apoyos no son libaneses.
Algunos sectores políticos han ejercido presiones sobre los servicios de seguridad libaneses para no difundir informaciones de ciertos asuntos relacionados con Assir y limitar los daños a su persona.