La decisión del ministro de Seguridad sionista, Galaad Ardan, de nombrar al general de brigada Gal Hirsch como nuevo jefe de la Policía israelí ha creado un fuerte malestar en el interior...
La decisión del ministro de Seguridad sionista, Galaad Ardan, de nombrar al general de brigada Gal Hirsch como nuevo jefe de la Policía israelí ha creado un fuerte malestar en el interior de esta última y entre los altos oficiales del Ejército.
Ardan presentará su recomendación en relación a este nombramiento al gobierno israelí para obtener su aprobación.
Para Ardan, "Hirsch es el más apto para ocupar este puesto y llevar a cabo los cambios necesarios en el servicio con el fin de reforzar la confianza pública en la Policía".
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, y el ministro de Seguridad, Moshe Yaalon, han mostrado su apoyo a esta decisión, que ha provocado, sin embargo, la cólera de varios altos responsables y dirigentes de la Policía dado que el nombre del candidato está vinculado a la derrota del Ejército israelí durante la Guerra de Julio de 2006 contra el Líbano.
Hirsch era jefe de la Brigada Galilea en aquella época. Él fue destituido al final de la guerra tras las fuertes críticas que sufriò por su fracaso en abortar la operación de Hezbolá que llevó a la captura de dos soldados israelíes y la muerte de otros ocho que intentaban perseguir a los combatientes de la Resistencia libanesa.
El Informe Winograd, fruto de una investigación realizada después de la derrota israelí en el Líbano, criticó la actuación de Hirsch tras la captura de los soldados.
La decisión de nombrar a Hirsch como jefe de la Policía ha provocado la indignación de las familias de los soldados muertos durante aquel conflicto.
Según el periódico Yediot Aharonot, estas familias han expresado su decepción por la promoción de aquel que fracasó durante la guerra.