El Partido de los Trabajadores del Kurdistán ha reivindicado una emboscada contra un convoy militar turco en la provincia de Hakkari a consecuencia de la cual 15 soldados turcos resultaron muertos.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha reivindicado una emboscada contra un convoy militar turco en la provincia de Hakkari, al sureste de Turquía, a consecuencia de la cual 15 soldados turcos resultaron muertos. Se trata del ataque del PKK más sangriento contra el Ejército turco desde que el presidente del país, Tayyip Recep Erdogan, decidió poner fin al cese el fuego con la organización kurda, a finales de Julio.
El PKK fue rápido en confirmar que estaba detrás del ataque, aunque la tasa de muertos no ha sido todavía confirmada por el gobierno de Ankara. El presidente Erdogan se contentó sólo con decir que se habían producido "varias" muertes en este incidente.
Otros dos policías turcos murieron en un ataque con cohetes del PKK en el distrito de Sur, en la provincia de Diyarkbakir, a primera hora del día.
El PKK y Turquía habían mantenido un cese el fuego durante más de dos años, que terminó en Julio cuando Erdogan, por razones puramente electorales, ordenó a aviones turcos bombardear objetivos del PKK en el norte de Iraq. Estas acciones llevaron a un reinicio de la guerra, que se había prolongado durante más de 30 años hasta la tregua de 2013. El PKK busca una autonomía del sureste de Turquía, de mayoría kurda.
Tras la emboscada, aviones turcos lanzaron ataques en la provincia de Hakkari, bombardeando 12 diferentes objetivos del PKK.
El pasado 20 de Julio, 32 personas resultaron muertas en la ciudad de Suruç, al sureste de Turquía, que se encuentra frente a la ciudad de Kobani, al norte de Siria.
Las últimas acciones del PKK apuntan a un incremento del conflicto kurdo en Turquía en un momento en el que el país está implicado desde hace cuatro años en un apoyo a los grupos terroristas en Siria.
Aunque Erdogan esperaba que este clima bélico pudiera aumentar la popularidad de su partido de cara a las elecciones de noviembre, lo cierto es que dos tercios de los turcos opinan ahora que su país marcha en la mala dirección.