Egipcios agrupados en el seno de la coalición general de los comités populares llevaron a cabo el viernes una sentada masiva en El Cairo para exigir el cierre de la Embajada de Qatar.
Egipcios agrupados en el seno de la coalición general de los comités populares llevaron a cabo el viernes una sentada masiva en El Cairo para exigir el cierre de la Embajada de Qatar.
Según la prensa egipcia, Qatar se ha convertido en un instrumento de la Mossad y la CIA y trabaja siguiendo las agendas de Occidente para desestabilizar la región árabe. Manifestantes egipcios también pidieron la suspensión de Qatar como miembro de la Liga Árabe. Los egipcios acusan a Qatar de participar directamente en la guerra de Libia junto a las fuerzas de la OTAN y de utilizar su cadena de televisión Al Yazira para incitar a la decapitación del Estado de Libia y la muerte de Gaddafi y sus seguidores.
Según los manifestantes, Qatar movilizó a más de 5.000 soldados en Libia y ahora está tratando ahora de destruir a Siria, Yemen y Egipto.
Para los manifestantes, Qatar amenaza los intereses ideológicos y estratégicos de Egipto y los países árabes. Miembros de la coalición general de comités populares afirman tener pruebas sobre “las relaciones mantenidas por Qatar con el Mossad”.
Ellos amenazan con hacerlas públicas. Ellos señalan que el ex jefe de Al Yazira, Wadah Janfar, era un agente al servicio de la CIA y recibió instrucciones directas de funcionarios de EEUU.
La línea editorial de Al Yazira es idéntica a la de CNN, BBC y muchos otros medios de comunicación occidentales, señalaron los egipcios el viernes. Ellos mostraron además su ira y su indignación por la injerencia del emir de Qatar, Hamad Bin Jalifa Al Zani, en las revueltas de los pueblos del mundo árabe.
Muchos países mantienen tensas relaciones con Qatar, sobre todo en el seno de la Liga Árabe.
Durante una reunión con el emir de Qatar, el presidente mauritano, Mohamed Ould Abdelaziz, dijo no apreciar el “consejo” de su invitado. Según los medios de Mauritania, la visita del emir de Qatar a Mauritania acabó de forma muy negativa y tensa, y el emir se vio obligado a abandonar el país sin ser escoltado hasta el aeropuerto de Nuakchott.
Ould Abdelaziz denunció los “consejos” del emir como una injerencia en los asuntos internos de Mauritania hasta el ridículo afirmando que la política de Qatar era la de “exportar la revolución”. También acusó a Al Yazira de incitar al odio contra los pueblos árabes. El emir de Qatar habría pedido al presidente de Mauritania reformas y que ejerciera presiones sobre el presidente sirio, Bashar Al Assad.