Las fuerzas de ocupación israelíes tomaron al asalto el miércoles, por cuarto día consecutivo, la Mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Las fuerzas de ocupación israelíes tomaron al asalto el miércoles, por cuarto día consecutivo, la Mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam. Esta profanación se produjo varias horas después de que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, afirmara que endurecería las penas contra los que lancen piedras, en alusión a los fieles que defienden el lugar sagrado musulmán contra los agresores israelíes.
Tras tres días de agresiones y enfrentamientos israelíes en la Explanada de las Mezquitas, Israel "ha decidido un endurecimiento de las medidas en varios terrenos: una modificación de las reglas de enfrentamiento será examinada así como el establecimiento de una pena mínima para los que lancen piedras y multas importantes para los menores, y sus padres", declaró el jefe del gobierno israelí durante una reunión de urgencia de varios ministros y responsables de seguridad.
"En la víspera del Año Nuevo (judío), se ha probado que las piedras pueden matar", afirmó Netanyahu.
Durante el transcurso de la reunión, a la asistieron, entre otros, el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, y la ministra de Justicia, Ayelet Sheked, Netanyahu afirmó que él apoyaba el mantenimiento del estatus quo en la Explanada de las Mezquitas indicando que él no dejaría que los "causantes de problemas" perturbaran a los agresores israelíes que invadieron el sitio el domingo, el lunes y el martes.
Este año, el gobierno israelí endureció las penas contra los palestinos que lancen piedras u objetos contra las tropas de ocupación israelíes elevándolas incluso a 20 años.