La decisión de Francia de atacar al EI en Siria ha generado un debate en Francia sobre la necesidad de reanudar el diálogo con el presidente Bashar al Assad.

La decisión de Francia de atacar al EI en Siria ha generado un debate en Francia sobre la necesidad de reanudar el diálogo con el presidente Bashar al Assad. Muchas voces se elevan en este momento en favor de una revisión de la política francesa hacia Siria.

El martes, un debate sin votación tuvo lugar sobre la intervención francesa en Siria en la Asamblea Nacional. Los partidos de izquierda se han opuesto a la misma, pero el resto del espectro político francés apoya los ataques franceses contra el EI. La actitud hacia el presidente sirio ha causado más división.

Una parte del partido de los Republicanos del ex presidente Nicolás Sarkozy, que es el favorito para ganar las próximas elecciones, aboga por la reanudación del diálogo con el presidente Assad. "Ha llegado el momento de revisar nuestra estrategia diplomática y militar en Siria", estimó el lunes uno de los líderes de este formación, el ex primer ministro François Fillon.

"La mejor opción es participar, junto con Rusia e Irán, en una operación masiva para eliminar al EI. Una operación que requiere dejar de lado, por el momento, la cuestión del futuro del régimen sirio", dijo Fillon. "Hace falta ayudar a Bashar al Assad", señaló.

Esta actitud contrasta con la del presidente socialista François Hollande, que sigue lanzando ataques contra el presidente sirio y abogando por la "neutralización" de Assad. Hollande ha sido acusado de subordinar la política francesa hacia Siria a la de los países árabes del Golfo Pérsico, especialmente Arabia Saudí, con la que el gobierno de Francia, un país en crisis, ha firmado grandes contratos de armamento.

El gobierno de Hollande ha pedido también "a rusos e iraníes que jueguen un papel constructivo incitando al régimen a participar en un proceso de transición creíble", dijo el portavoz del Ministerio, Romain Nadal.

A principios de año, varios parlamentarios franceses provocaron la ira del gobierno al visitar Siria y reunirse con el presidente Assad. En aquel tiempo, el gobierno francés criticaba a cualquier medio francés que llevara a cabo una entrevista con Assad, cuya salida del poder reclama París.

Francia rompió sus relaciones diplomáticas con Damasco de marzo de 2012, fecha de la salida del embajador francés en Siria. En mayo del mismo año, el gobierno de Hollande cerró la embajada siria en la capital francesa. Esto ha impedido a París obtener datos de primera mano sobre el desarrollo del terrorismo en Siria o sobre los yihadistas franceses que han acusado a combatir a dicho país.

Por su parte, Damasco ha acusado al gobierno francés de mantener una actitud neocolonialista y ha señalado que no aceptará ningún papel de Francia en un posible proceso político en Siria.

Analistas franceses señalan que la derrota de Hollande, el presidente más impopular en la historia de Francia, y su partido son sólo cuestión de tiempo y esto podría llevar a una revisión de la política francesa, considerada la más radical de Europa en contra del Estado sirio.