Según diversos medios periodísticos, Washington busca reducir en diez veces su programa para entrenar a militantes "moderados" de la oposición siria.

Según diversos medios periodísticos, Washington busca reducir en diez veces su programa para entrenar a militantes "moderados" de la oposición siria.

El periódico Wall Street Journal, que cita fuentes del Departamento de Estado de EEUU, señaló que el programa estadounidense, que asciende a 500 millones de dólares, será reemplazado por otro mucho más modesto. En lugar de los 5.000 militantes que serían entrenados cada año, este nuevo programa implicaría a unos 500, aunque habrá que ver si EEUU obtiene incluso ese número dado el rechazo de muchos grupos armados contra dicho programa.

Previendo esta posibilidad, responsables estadounidenses dijeron al Washington Post que EEUU suavizará las reglas para seleccionar a los posibles militantes, lo que significa que muchos de éstos últimos con vinculaciones a los grupos terroristas más extremistas podrían entrar en dicho programa.

Los opositores armados que participen en él podrán pedir apoyo aéreo estadounidense, señala el programa, aunque no está claro si éste iría dirigido contra el EI o el Ejército sirio.

Por otro lado, la agencia Associated Press señala que EEUU está considerando también la posibilidad de ayudar a otras fuerzas no entrenadas por EEUU como las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, aunque tal posibilidad podría llevarle a un choque con Turquía.

Un responsable del Pentágono señaló durante la pasada semana que Washington entrena en la actualidad a 100 opositores sirios llamados "moderados".

El jefe del Mando Central de EEUU, general Lloyd Austin, dijo hace unos días ante el Congreso que sólo "4 o 5 militantes sirios entrenados por EEUU combaten todavía en Siria". Él reconoció también que los objetivos buscados en el programa de entrenamiento no se habían conseguido.

A principios de mes, el New York Times informó que Washington quería reestructurar su apoyo para entrenar a "rebeldes moderados" en contra del EI en Siria, dado que había reconocido la inefectividad de lo que creía iba a ser un poder emergente, pero que se ha mostrado incapaz de lograr nada sustancial sobre el terreno.

EEUU anunció su intención de entrenar a estos militantes en 2014, en lo que constituyó un programa promovido por el presidente Obama.

Este programa viola, sin embargo, la soberanía de Siria y el Derecho Internacional, que prohíben a un estado enviar a grupos armados a otro país sin su consentimiento.