Los acuerdos alcanzados este lunes por los presidentes de Venezuela y Colombia para la normalización progresiva de la situación en la frontera común mantienen hoy a la expectativa a esta nación.
Los acuerdos alcanzados este lunes por los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Colombia, Juan Manuel Santos, para la normalización progresiva de la situación en la frontera común mantienen hoy a la expectativa a esta nación.
Durante una reunión en Quito, Ecuador, ambos mandatarios coincidieron en solucionar de manera conjunta los problemas persistentes en la zona limítrofe mediante un plan basado en el respeto y el apego al derecho internacional.
Con especial interés las autoridades y los medios venezolanos aguardan una reunión de ministros de los dos países pactada para mañana en esta capital, cuyo fin es tratar temas sensibles como el contrabando, el narcotráfico y la acción de bandas paramilitares presentes en la región divisoria.
La televisión venezolana también celebró acuerdos como la restitución inmediata de los embajadores, la promoción de la coexistencia de modelos, el enaltecimiento de la unidad y el diálogo entre naciones hermanadas históricamente y el acompañamiento de Ecuador y Uruguay en las conversaciones.
Ambos jefes de Estado se comprometieron a construir un programa que permita hallar soluciones a los problemas fronterizos y fomentar la buena vecindad y el desarrollo.
Maduro y Santos coincidieron en que los triunfadores en la reunión de Quito fueron la sensatez, el diálogo y la paz.
Según el venezolano, la agenda pactada contribuirá a despejar los asuntos que afectan las relaciones en la frontera, y el colombiano expresó su deseo de trabajar conjuntamente en la lucha contra las bandas criminales, el narcotráfico y el contrabando.
El conflicto entre Venezuela y Colombia comenzó hace un mes, tras un ataque paramilitar contra una patrulla del Ejército bolivariano que propició el cierre del paso desde y hacia la nación neogranadina por el estado de Táchira (oeste).
Caracas ordenó medidas especiales de seguridad en varios municipios tachirenses y luego extendió esas disposiciones a los estados Zulia (noroeste) y Apure (suroeste) para combatir el paramilitarismo y el contrabando de combustible, alimentos y productos de primera necesidad hacia el país vecino.
Colombia alega que en ese proceso -el cual reconoce como un derecho de Venezuela- se cometieron atropellos contra sus ciudadanos e incursiones en su espacio aéreo, ambas cuestiones rechazadas por el Gobierno bolivariano.
PL