Aviones de guerra sirios de fabricación rusa han llevado a cabo uno de los ataques aéreos más intensos en semanas contra posiciones del EI en la antigua ciudad de Palmira.
Aviones de guerra sirios de fabricación rusa han llevado a cabo uno de los ataques aéreos más intensos en semanas contra posiciones del EI en la antigua ciudad de Palmira, matando al menos a 38 terroristas. Los ataques han continuado durante horas.
El EI capturó Palmira a mediados de mayo, pero ha perdido posiciones en los alrededores de la ciudad en las últimas semanas.
Este fuerte ataque aéreo refleja la creciente capacidad militar y aérea de Siria, que ha recibido en los últimos días cargamentos de nuevas armas sofisticadas, incluyendo aviones de combate, de Rusia, que le permiten llevar a cabo ataques más precisos y devastadores de los que podía realizar anteriormente.
Los rusos han estado ampliando los aeropuertos de Latakia con el fin de permitir mayores acciones de la Fuerza Aérea siria radicada en ellos.
Los ataques aéreos continúan contra las posiciones del EI en la ciudad, por lo que la cifra original de 38 muertos podría incrementarse rápido, según el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, dijo que el ataque era "uno de los mayores" llevados a cabo por la Fuerza Aérea siria desde que el EI capturó la ciudad en mayo.
La mayoría de los residentes en Palmira han huido de la ciudad. Sólo unos pocos permanecen en ella.
El grupo terrorista destruyó recientemente, el Templo de Bel, de 2.000 años de edad, y unas famosas tumbas situadas en torres en Palmira, que estaban considerados todos ellos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El ataque aéreo contra Palmira se produjo un día después de que la Fuerza Aérea Siria llevara a cabo fuertes ataques en la ciudad de Raqqa, capital del "califato" el EI.