La presencia del convoy del hijo del rey saudí y segundo príncipe heredero, Mohammed bin Salman Al Saúd, causó la estampida que mató a 1.300 peregrinos en Mina.
La presencia del convoy del hijo del rey saudí y segundo príncipe heredero, Mohammed bin Salman Al Saúd, causó la estampida que mató a 1.300 peregrinos en Mina, un valle situado a cinco kms de la ciudad santa de Meca.
El periódico en lengua árabe Al Diyar dijo en un informe el jueves que el convoy del Príncipe Mohammad bin Salman, jugó un papel central en la muerte de los cientos de peregrinos en el tercer día de la Peregrinación anual o Hayy.
El informe señala que Salman, que quería acudir al lugar donde se hallaban los peregrinos en Mina, llegó al lugar el jueves acompañado de un enorme séquito.
Mohammed bin Salman es el segundo príncipe heredero y ministro de Defensa del reino saudí. Dada la enfermedad de su padre, que sufre demencia según algunas fuentes, él está considerado ahora como el hombre fuerte del país.
El informe habla que 200 militares y 150 oficiales de policía escoltaron al príncipe.
Él añade que la presencia del príncipe y sus escoltas en medio de los peregrinos obligó a estos a cambiar de dirección y ello provocó la avalancha.
Según testigos presenciales, la policía y las fuerzas de seguridad cerraron dos de las pocas vías que conducen a la columna de piedra que representan a Satanás y adonde acuden los peregrinos para llevar a cabo el ritual simbólico de la lapidación del Diablo.
El diario libanés añade que Mohammad bin Salman y su séquito abandonaron precipitadamente la escena y las autoridades saudíes han tratado de tapar esta historia imponiendo una censura a sus medios para que no hablen de la presencia del príncipe en el área.
El ministro de Sanidad saudí culpó a los peregrinos por la tragedia. "Si los peregrinos hubieran seguido las instrucciones, este tipo de accidentes podría haber sido evitado", dijo Jalid al Falih.
Según la Organización de la Peregrinación de Irán, más de 1.300 peregrinos, incluyendo 125 iraníes, fallecieron en esta alavancha. De momento, sin embargo, las autoridades saudíes mantienen la cifra oficial de 717 muertos y 863 heridos.
Irán: las autoridades saudíes responsables.
Said Ohadi, jefe de la Organización, acusó a Arabia Saudí de gestionar mal la Peregrinación.
Hossein Amir-Abdollahian, el viceministro de Exteriores para Temas Árabes y Africanos, dijo que la Embajada de Irán en Arabia Saudí, el Consulado y otros órganos relevantes están trabajando para determinar el destino de las víctimas iraníes del incidente del jueves.
Amir-Abdollahian consideró a las autoridades saudíes responsables por la mortal avalancha y les llamó a actuar prontamente para gestionar esta crisis.
"La negligencia de parte de las autoridades saudíes relevantes en lo que se refiere a proporcionar seguridad a los peregrinos no puede ser ignorada", señaló.
Hace dos semanas, una grúa se derrumbó sobre la Gran Mezquita de Meca matando a 107 peregrinos e hiriendo a 238 más.
Una semana más tarde, el incendio de un hotel en Meca hirió al menos a dos extranjeros.