El Imam Jamenei "ofrece sus condolencias a los afligidos (las familias de los peregrinos muertos) y declara tres días de luto nacional en el país", señaló una declaración publicada el jueves.
El líder de la Revolución Islámica de Irán, Ayatolá Sayyed Ali Jamenei, ha pedido a Arabia Saudí que acepte su responsabilidad en relación al reciente incidente mortal en Mina y ha declarado tres días de luto nacional tras la muerte de varios cientos de peregrinos, 2.000 según las últimas cifras, incluyendo al menos a 131 ciudadanos iraníes.
El Imam Jamenei "ofrece sus condolencias a los afligidos (las familias de los peregrinos muertos) y declara tres días de luto nacional en el país", señaló una declaración publicada el jueves.
“El gobierno saudí está obligado a aceptar su grave responsabilidad en este incidente y a cumplir con sus obligaciones de acuerdo a la reglas de rectitud y justicia. La mala gestión y las medidas impropias que están detrás de esta tragedia no deben ser pasadas por alto", dijo el Líder.
Este desastre ha producido "un gran dolor" en el mundo islámico, dijo el Líder, que mostró también su simpatía a los supervivientes y a los musulmanes de todo el mundo que lamentan la tragedia. Irán ha ofrecido asimismo su ayuda a los peregrinos de otros países afectados por la masacre.
El gobierno del presidente Rohani emitió también una declaración señalando que el gobierno saudí es responsable de las consecuencias de la negligencia mostrada en su obligación de garantizar la seguridad de los peregrinos.
Él llamó también al gobierno saudí a "identificar las causas de estre incidente", ayudar a repatriar los cadáveres de los peregrinos a Irán rápidamente y proporcionar un tratamiento a los heridos.
Manifestaciones en Irán
Por otro lado, los iraníes han llevado a cabo manifestaciones y protestas en todo el país para denunciar la mala gestión y la negligencia mostradas por Arabia Saudí en la gestión del Hayy, que ha resultado en la avanlancha moral de Mina.
Durante las manifestaciones celebradas en diferentes ciudades iraníes después de la oración del viernes, los manifestantes cantaron eslóganes contra el régimen saudí y las potencias arrogantes.
Los manifestantes manifestaron a los medios que la tragedia de Mina es “el resultado de la incapacidad, la mala gestión y la falta de compromiso del gobierno saudí con respecto a las vidas de los peregrinos".
Los manifestantes también condenaron al régimen saudí por atacar a civiles yemeníes, en su mayoría mujeres y niños.
"El régimen saudí pone en peligro la seguridad regional al masacrar a la Umma Islámica a través de los terroristas wahabíes y takfiris e imponer una guerra contra la nación yemení", señalaron.