La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se dispone a lanzar sus mayores ejercicios militares en más de una década.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se dispone a lanzar sus mayores ejercicios militares en más de una década, dirigidos a probar la capacidad de respuesta de la Alianza en un momento de persistentes tensiones con Rusia.
Más de 36.000 soldados y civiles tomarán parte en estas maniobras -las mayores de la OTAN desde 2002- que implicarán a 130 aviones de combate, 16 helicópteros y 60 barcos y submarinos, señaló la agencia alemana DPA.
“El propósito de las maniobras es entrenar a nuestras fuerzas, incrementar su disposición y asegurarnos de que nuestros aliados pueden trabajar juntos”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el reportaje.
Él añadió que, además de los estados miembros de la OTAN, 14 países socios y observadores tomarán parte en estas maniobras que han sido denominadas “Trident Juncture”.
“El resultado previsto de las maniobras será el mostrar que la OTAN es capaz, la OTAN es ágil y la OTAN está preparada para afrontar cualquier desafío”, dijo el oficial que dirige las maniobras, el general alemán Hans-Lothar Domroese.
Este ejercicio, que había estado preparándose durante más de dos años, “se realiza en un lugar ficticio llamado Sorotan”, que es víctima de “tensiones internas, catástrofes naturales y la agresión de un vecino”, señala el informe, que cita al teniente general Phil Jones, que ha estado entre los planificadores de las maniobras.
Él señaló que “el terrorismo, la guerra química, los ciberataques, las rivalidades tribales, los líderes autocráticos y la propaganda juegan todos un papel” en el transcurso de estos juegos de guerra.
Las maniobras tendrán lugar desde el 21 de octubre al 6 de Noviembre en Italia, Portugal, España, el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.
El Ejército alemán, señala el reportaje, tomará parte en las maniobras con 3.000 soldados.
Todo esto tiene lugar en un momento en que continúa la crisis en Ucrania entre las autoridades de Kiev y los independentista de Lugansk y Donetsk. La OTAN y el gobierno ucraniano acusan a Moscú de injerencia en el conflicto.
Rusia, sin embargo, ha negado jugar ningún papel en la situación en Ucrania.