Más de 112 objetivos de los grupos terroristas fueron arrasados y el 40% de sus infraestructuras destruidas.
En la primera semana de ataques rusos en Siria, el balance de estos últimos no deja de impresionar. Más de 112 objetivos de los grupos terroristas fueron arrasados y el 40% de sus infraestructuras destruidas. Estas operaciones son vistas por Moscú no sólo como muestra de apoyo a su aliado sirio, sino también como parte de la protección de la seguridad nacional de Rusia.
En la actualidad, los aviones rusos están atacando centros de mando, depósitos de armas y municiones, túneles y fortificaciones de los grupos terroristas y algunas concentraciones de los mismos. Estos objetivos son fijados en estrecha cooperación con el Ejército sirio y gracias a la coordinación de inteligencia entre las dos partes.
En próximos ataques, es previsible que otros objetivos como las armas pesadas, artillería, vehículos blindados etc sean los blancos preferentes. Aunque la aviación rusa seguirá destruyendo las infraestructuras de los grupos terroristas, los aviones llevarán a cabo también ataques de tipo táctico de apoyo al Ejército sirio cuando éste realice avances atacando las posiciones de los militantes con bombas y misiles así como las concentraciones de los mismos con el fin de facilitar la progresión de las tropas sirias.
En las próximas semanas, los ataques aéreos rusos de tipo táctico se concentrarán principalmente en el norte de Siria, en las provincias de Hama, Homs y Latakia, donde el Ejército sirio ha iniciado una gran ofensiva.
Los equipos rusos y la formación proporcionada a los pilotos sirios mejorarán también en gran medida la actuación de estos últimos. En este sentido, la Fuerza Aérea Siria ha mejorado enormemente este año sus equipos militares, incluyendo la introducción de nuevos aparatos, con respecto a los años pasados.
En este sentido, el apoyo militar ruso producirá “cambios significativos” en el transcurso de la guerra que sacude el país desde hace más de cuatro años, especialmente debido a las crecientes capacidades del Ejército sirio y el apoyo de Rusia y su avanzada tecnología militar. Lo más importante, señalan los expertos militares sirios, son las nuevas capacidades para detectar las posiciones y centros de mando de los grupos terroristas y sus movimientos de una forma precisa y rápida.