La oposición turca ha intensificado sus ataques contra el presidente, Recep Tayyip Erdogan, al que acusa de ser el responsable del atentado del sábado en Ankara.
La oposición turca ha intensificado sus ataques contra el presidente, Recep Tayyip Erdogan, al que acusa de ser el responsable del atentado del sábado en Ankara, el más mortífero de la historia de Turquía, a sólo tres meses de las elecciones legislativas.
“El Estado ha atacado al pueblo. Las condolencias deberían ir al pueblo y no a Erdogan”, dijo el domingo en Twitter, Selahattin Demirtas, el líder del Partido Democrático Popular (HDP, pro-kurdo).
Una declaración de los movimientos que habían convocado la “marcha por la paz”, que fue objeto del atentado, señaló que más de 10.000 manifestantes se reunieron el domingo en una plaza de Ankara, próxima al sitio del ataque del día anterior, que costó la vida al menos de 128 personas y heridas a 160, lo que le convierte en el más mortífero de la historia del país.
La multitud culpó a Erdogan y a la “mafia estatal” de no haber asegurado deliberadamente la seguridad de la concentración del sábado.
“Erdogan asesino” y “El Estado rendirá cuentas”, gritaron los manifestantes, rodeados por las fuerzas del orden. Estas últimas atacaron a los manifestantes a los que acusaron de “cantar eslóganes anti-gubernamentales” e intentaron disolverlos por medio de la fuerza.
Derrocar al dictador
“Nuestros corazones sangran pero no vamos a actuar siguiendo el espíritu de venganza o de odio”, dijo Demirtas.
Demirtas pidió una movilización de los opositores para las elecciones legislativas del 1 de Noviembre. “Esperamos el 1 de Noviembre” y “vamos a comenzar a actuar para derrocar al dictador”.
Dos potentes explosiones, atribuidas por el gobierno a kamikazes, alcanzaron el sábado por la mañana a la manifestación cerca de la estación central de Ankara. La manifestación de partidos, sindicatos y ONGs próximos a la causa kurda quería denunciar el reinicio de la guerra entre el Ejército turco y los rebeldes kurdos del PKK.
Desde hace varias semanas, la tensión es muy elevada entre el poder y el HDP y se ha exacerbado por las convocatorias electorales y la violencia en el sureste del país, de mayoría kurda.
Teniendo en mente las legislativas anticipadas del 1 de Noviembre, Erdogan ha denunciado con virulencia al HDP, al que acusó de “complicidad” con los “terroristas” del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El 7 de Junio, el partido de Erdogan perdió la mayoría absoluta que detentaba desde hace 13 años, debido, entre otras cosas, a la buena actuación del HDP. Él espera revertir estos resultados el 1 de Noviembre.
Pista takfiri
Por su parte, el gobierno de Erdogan ha hablado de la pista takfiri, aunque Turquía ha sido la gran patrocinadora de los grupos terroristas en Siria.
Según los periódicos Hürriyet y Habertürk, uno de los dos kamikazes del sábado podría ser el hermano del individuo que cometió el atentado de Suruç, en julio último.
Este último atentado, cometido el pasado 20 de Julio en Ankara, mató a 33 activistas de la causa kurda en esta ciudad próxima a la frontera siria.
Los activistas opositores culpan al gobierno de cooperar con los takfiris contra el PKK. Este último anunció el sábado, algunas horas después del atentado de Ankara, la suspensión de sus operaciones con el fin de que su lucha no influya en las elecciones del 1 de Noviembre. Pese a este anuncio, el Ejército turco bombardeó el sábado y el domingo objetivos del PKK.