29-11-2024 04:46 PM Tiempo de Jerusalén

Crisis Siria: el Adiós al Consejo de Seguridad

Crisis Siria: el Adi&oacutes al Consejo de Seguridad

Las últimas decisiones de la Liga Árabe en Siria muestran en efecto que la arabización de la crisis es ahora el último recurso de los occidentales y sus aliados para derrocar al régimen sirio.

Las últimas decisiones de la Liga Árabe en Siria, las primeras de su tipo desde su creación, muestran en efecto que la arabización de la crisis es ahora el último recurso de los occidentales y sus aliados para derrocar al régimen sirio.

No habrá engaño dos veces

A pesar de la política del palo y la zanahoria ejercida sobre ella, Rusia no se inmuta. Incluso las tentadoras ofertas que le han sido hechas, la última de las cuales es un compromiso escrito de que el escudo antimisiles desplegado en varias regiones de Europa y Turquía no la amenazarán jamás, no han servido de nada.

Moscú se mantiene firme: No hay manera de aprobar a través del Consejo de Seguridad sanciones contra Siria, y mucho menos dar luz verde a una operación militar. Para mayor seguridad, en cada propuesta de resolución sobre Siria, Moscú ha eliminado cuidadosamente cualquier veleidad de sanciones.

“Los rusos sienten que fueron estafados en Libia. Para ellos, la OTAN fue mucho más allá de lo acordado. Lo que temen es la consagración de un mundo unipolar, bajo el mando de EEUU”, dijo el director de Asuntos Rusos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, Andrew Kuchins.

La resolución imposible

Por su parte, los occidentales parecen, a su vez, haberse rendido a la evidencia, y ya no confían en el Consejo de Seguridad para poner fin al régimen sirio. La semana pasada un nuevo intento de aprobar una resolución en este sentido fue un fracaso: los rusos insisten condenar la violencia con equidad entre las fuerzas sirias regulares y los grupos armados. La posición de Rusia “es una línea roja que no podemos cruzar; la credibilidad del Consejo está en juego”, dijo un diplomático occidental en el Consejo de Seguridad. (Citado por Foreign Policy)

Aún peor, los occidentales se están dando cuenta de que los rusos no se detienen ahí. “La estrategia rusa se basa en el hecho de suministrar a Siria el neumático de repuesto, y evitar por todos los medios que este barco se hunda”, dijo la experta en Asuntos Rusos de la Institución Brookings, Fiona Hill.

Ella explicó que el interés estratégico de Rusia es el de velar por la estabilidad en Siria, ya que es el principal aliado y cliente en Oriente Medio en lo que respecta a las inversiones y transacciones de armas rusas. También es el único país de Oriente Medio donde Rusia mantiene una base naval.

Más de sobre la arabización

Por lo tanto, la utilización de la Liga Árabe ha sido el último recurso.

Al principio, cuando la Liga tomó cartas en el asunto parecía ser una herramienta de presión útil sobre los rusos y los chinos para que aceptaran una “reentrada” del asunto en el Consejo de Seguridad. Pero no funcionó.

Los líderes árabes aliados de Occidente son plenamente conscientes de que a ellos les corresponde actuar y han seguido subiendo el tono amenazando con enviar tropas árabes y afirmando que buscan una solución política.

Sin embargo, la Liga Árabe tiene un defecto que podría dilapidar sus ambiciones: carece de un órgano legal represivo. De ahí la propuesta de crear su propio tribunal penal.

“La Liga Arabe podría crear un tribunal como el Tribunal Penal Internacional, compuesto por jueces, fiscales, investigadores y abogados árabes, cuyos trabajos se realizarían en árabe. Sus prerrogativas le permirían abordar los crímenes relativos al Derecho Internacional y debería trabajar a su manera”, sugirió una activista pro-derechos humanos Aria Naye.

Y agregó: “Es cierto que el tribunal árabe necesitará un tiempo (para funcionar) desde que sea establecido y comience sus actividades, pero bastaría proponer la idea para presionar a los funcionarios sirios para que detengan la violencia”.

Esta carencia podría explicar por qué los líderes de la insurrección de Siria persisten en exigir que el asunto sea remitido al Consejo de Seguridad y los dirigentes pro-occidentales de la Liga hacen una constante referencia a la supervisión por parte de la ONU de su misión y sus propuestas. Pero saben que los rusos y los chinos harán frente con su voto a estos planes.