Siria rechazó el nuevo plan de la Liga Árabe, que ha solicitado el apoyo de la ONU al mismo, asegurando que supone una violación flagrante de la soberanía de Siria.
Siria rechazó por medio de su ministro de Relaciones Exteriores, el nuevo plan de la Liga Árabe, que ha solicitado el apoyo de la ONU al mismo, asegurando que supone una violación flagrante de la soberanía de Siria. El nuevo plan prevé la transferencia de poder del presidente Bashar al Assad al vicepresidente y la formación de un gobierno de unidad nacional “dentro de dos meses” para que sea presentado a las Naciones Unidas para su aprobación.
Internacionalización de la crisis
“Ya no hay soluciones árabes”, dijo Walid Muallim en una conferencia de prensa en Damasco, después de acusar a algunos países árabes de “conspirar” para internacionalizar la crisis y tomar decisiones “a sabiendas de que serán rechazadas” por las autoridades "sirias.
“Esta es una nueva etapa de la conspiración contra Siria, que busca fomentar la internacionalización de la crisis”, dijo Muallim, acusando a la Liga Árabe de “no tener en cuenta el informe del jefe de los observadores.”
Mustafa al Dhabi se desmarcó el domingo de las decisiones de la Liga Árabe y dijo que la violencia en Siria había disminuido gradualmente después de la llegada de los observadores. Al Dhabi también se refirió a los crímenes cometidos por la oposición armada.
Relación histórica con Rusia
El ministro sirio dijo también que Rusia, un aliado de Damasco, nunca aceptará una intervención extranjera contra Siria. “Nadie puede dudar de la relación entre Siria y Rusia, ya que es histórica y sirve a los intereses de ambos pueblos. Rusia nunca aceptará una intervención extranjera en Siria. Es una línea roja”, dijo.
Solución de seguridad contra los grupos armados
Muallim también dijo que el régimen estaba decidido a luchar contra los grupos armados de oposición involucrados en la violencia en Siria. “Es el deber del gobierno sirio decidir lo que sea necesario para hacer frente a estos grupos armados que siembran (el caos) en algunas gobernaciones”, dijo el ministro, que agregó que el pueblo sirio apoya una “solución de seguridad” para poner fin a a la crisis.
Las sanciones no doblegarán a Damasco
Al preguntársele sobre las sanciones contra su país, Muallim reconoció que las sanciones europeas y norteamericanas habían causado una crisis en Siria, pero no doblegarían a su país.
“Las sanciones afectan a los ciudadanos, pero no a nuestras posiciones políticas. Reconozco que nuestra crisis económica es debida en un 50% al menos a las sanciones que perjudican a los sirios”, dijo.
Las monarquías árabes aumentaron el martes la presión contra el régimen sirio, con una petición a la ONU para que apoye su plan, que contempla la salida del presidente Assad. Los países del Golfo han anunciado también la retirada de sus observadores de Siria.