En las últimas semanas ha sido visto en Siria un nuevo sistema de armas, el TOS-1A “Buratino”, que se monta sobre la chasis de un tanque T-72.
En las últimas semanas ha sido visto en Siria un nuevo sistema de armas, el TOS-1A “Buratino”, que se monta sobre la chasis de un tanque T-72 y que consiste en 30 tubos lanzacohetes, cuyos cohetes, de 220 mm, suelen llevar ojivas termobáricas. Sólo los ejércitos de Rusia, Kazajistán y Siria disponen ahora de este sistema.
Estos sistemas son muy útiles en un entorno de lucha urbana y para atacar personal militar, emplazamientos de artillería y edificios. Su destrucción es causada por la propia presión de la explosión de los cohetes y las altas temperaturas que crean al quemarse el gas inflamable que llevan las ojivas de los cohetes y realizarse la combustión del oxígeno del entorno. El sistema suministra un apoyo directo a la infantería y la infantería motorizada.
El sistema tiene un corto alcanza de entre 400 y 3.500 metros. El área afectada por las explosiones es de unos 80.000 metros cuadrados.
Este sistema fue empleado durante la guerra de Chechenia en 1999, donde alcanzó un gran éxito. Unas 300 unidades están servicio en la actualidad en el Ejército ruso.
Algunas fuentes han mostrado estos sistemas en los frentes de Hama e Idleb. Su entrega a Siria muestra, una vez más, la seriedad de Rusia en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo en ese país.