La guerra contra el presidente Bashar Al Assad persigue un plan de repartición de Siria por potencias occidentales y aliados regionales como Turquía, mas que combatir al terrorista EI.
La guerra contra el presidente Bashar Al Assad persigue un plan de repartición de Siria por potencias occidentales y aliados regionales como Turquía, mas que combatir al terrorista EI, constató hoy un analista ruso.
Un experto en cuestiones militares y de geopolítica global, del Centro de Seguridad Estratégica, quien prefirió el anonimato, corroboró a Prensa Latina la intención de EEUU, Francia y Reino Unido de repartirse el territorio sirio y tomar el control de las principales riquezas del país árabe.
Siria -explicó en detalles- se dividiría así en tres o cuatro zonas de ocupación, incluidas una al norte controlada por Francia y otra por Turquía. EEUU controlaría el territorio ocupado hoy por el EI, una estructura internacional conformada por ciudadanos de unos 120 países, puntualizó.
Evocó a Libia a modo de ejemplo, donde como resultado de un guión prefabricado se desgajó en pedazos a esa nación del Magreb con un desgobierno hasta hoy y la disputa de más de una decena de formaciones armadas.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN financiaron y apoyaron con armamentos a esas agrupaciones, crearon una situación violenta y engañaron a Rusia y a la ONU con la zona de exclusión aérea, indicó.
Asimismo aludió que las trasnacionales estadounidenses con el patrocinio de George W. Bush y los senadores republicanos Jesse Helms y Dan Burton sacaron de Iraq gratuitamente unas tres mil millones de toneladas de crudo entre 2003 y 2013, tras la invasión y ocupación del país.
Relacionó con tales planes la presencia hace tiempo en Siria de tropas especiales estadounidenses y británicas y la planificación de asesinato del presidente sirio, Bashar Al Assad, desde el mismo inicio del conflicto interno en 2011, para cuyo fin desembarcaron agentes norteamericanos y británicos, aseguró el entrevistado a esta agencia.
Expuso el especialista en el Medio Oriente, con estudios dedicados a lo que definió como terrorismo, que el grueso de los militantes del EI son combatientes con experiencias en campañas bélicas y "mercenarios que abrazaron la bandera sin ser fieles convencidos del Islam".
Coincidió con la tesis de que el EI cuenta con fuertes canales de financiamiento, incluido el petróleo que roban en Siria y los mercados donde venden a mujeres cautivas, unido al apoyo occidental y de actores regionales. Añadió que cuando comenzó la fase de ofensiva en Siria los norteamericanos suministraron al EI tanques y medios blindados para abatir a la aviación rusa.
En su opinión, el mundo no solo enfrenta una seria amenaza terrorista, sino que continúa la repudiada práctica del terrorismo de Estado, con Washington a la cabeza, aseveró.
Responsabilizó a la administración norteamericana de desestabilizar estados soberanos, ocupar países con intereses espurios, perseguir y asesinar a gobernantes y saquear riquezas para sus trasnacionales, al mencionar la serie de golpes de Estado por todo el mundo como Guatemala, Chile, y más recientemente en Ucrania, además de casi mil bases en el extranjero.
La autorizada fuente compartió el criterio de que no existe la llamada oposición moderada siria, la cual es parte de un engendro estadounidense -observó- como el EI y el Frente al Nusra, brazo armado de la red internacional Al Qaeda.
Dijo que el Pentágono y los servicios secretos norteamericanos crean esas estructuras terroristas, que luego se salen de sus controles. Ahora tratan de negociar con ellos, pero la mitad del EI ya no está bajo un mando único, señaló.
Advirtió el experto ruso que EEUU planea crear un enclave kurdo en Siria, bajo su influencia, como factor de permanente desestabilización de los estados regionales, enfilado sobre todo hacia Iraq e Irán.
Odalys Buscarón Ochoa – Prensa Latina