Uno de los cabecillas del autoproclamado Ejército Libre Sirio en la provincia de Idleb defendió la decisión de parte de los extremistas que le acompañan, de unirse al grupo terrorista Frente al-Nusra.
Uno de los cabecillas del autoproclamado Ejército Libre Sirio (ELS) en la provincia de Idleb, Abu Hashem, defendió la decisión de parte de los extremistas que le acompañan, de unirse al grupo terrorista Frente al-Nusra, señala un reportaje de Prensa Latina.
El jefe rebelde explicó que 13 miembros de su milicia se unieron a la agrupación terrorista, brazo armado de Al Qaida en Siria, para sostener "un intercambio de experiencias", destaca hoy uno de los sitios digitales administrados por los grupos opositores al gobierno de Damasco.
Según Hashem, los miembros del ELS y del Frente al Nusra "son hermanos", y no existen diferencias entre sus propósitos, pues comparten un enemigo común que es el gobierno encabezado por el presidente Bashar al Assad.
El grupo del ELS liderado por Hashem, opera en la norteña provincia de Idleb, a 320 kilómetros al noreste de esta capital, y cuenta con unos 500 combatientes, armados con lanzacohetes Katiuska (BM-21), además de unidades de artillería pesada.
El Ejército Libre Sirio (ELS), una organización militar que desde el principio contó con el beneplácito de la Casa Blanca y el Pentágono, y es uno de los grupos que Estados Unidos defiende y considera como "oposición moderada".
Creado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, los servicios secretos franceses y con asesoría de miembros de la Legión Extranjera gala, este "ejército" estuvo integrado originalmente por desertores de las fuerzas armadas sirias.
Su bandera -algo significativo- es el estandarte neocolonial del mandato francés sobre Siria (1923-1946) y su integración, algo dudosa, formada por muchos mercenarios extranjeros, entre ellos los conocidos muyahidines del Cáucaso.
El ELS, como otras bandas manipuladas por Occidente, Turquía, Qatar y Arabia Saudita, sucumbieron prácticamente ante dos fuegos: de una parte, el ejército sirio que no les dio cuartel en las zonas donde operaban, y por otra, los grupos abiertamente terroristas Estado Islámico y Frente al Nusra, que no aceptaron rivalidades.
Ante las presiones de las agrupaciones fundamentalistas, muchos de los miembros del ELS decidieron pasarse a las filas takfiris, entregando el armamento suministrado por EEUU.
Ataques suicidas
Por otro lado, un llamado capitán Rashid Hurani, líder del ESL en Hama, dijo que su grupo podría llevar a cabo atentados suicidas contra objetivos rusos en el caso de que puedan encontrarlos.
Él señaló que esperaba encontrar a militares rusos para que lleven a cabo ataques suicidas u “operaciones de martirio” contra ellos.
Esta declaración debilita las alegaciones norteamericanas de que el grupo es una facción “moderada” y refleja la posición del grupo como un aliado de Al Qaida, que controla gran parte del territorio en la provincia de Idleb.