El embajador de Egipto en Arabia Saudí, Fathi Chazelli, ha denunciado que los derechos de la comunidad shií en este reino son despreciados y, por lo tanto, sus reclamaciones están justificadas.

El embajador de Egipto en Arabia Saudí, Fathi Chazelli, ha denunciado que los derechos de la comunidad shií en este reino son despreciados y, por lo tanto, sus reclamaciones están justificadas.

El diplomático egipcio hizo estas declaraciones en una entrevista con un programa de la televisión egipcia ONTV dedicado a los acontecimientos en de la región de Qatif, en la Provincia Oriental, donde varias manifestaciones han sido violentamente reprimidas por las autoridades. Los manifestantes shiíes deploraron el hecho de ser tratados como ciudadanos de segunda clase.

Chazelli asegura que las autoridades saudíes marginan deliberadamente a las regiones habitadas predominantemente por shiíes, que según cifras oficiales representan entre el 10 y el 15% de la población. “El nivel de desarrollo en estas regiones es mucho más bajo que en otras de Arabia Saudí”, dijo.

Según él, existe una discriminación histórica que justifica las reivindicaciones de los shiíes, que reclaman más interés y una mayor participación en la vida pública y la administración.

Chazelli cree que esta cuestión es “especialmente sensible porque afecta a una zona de donde se extrae la mayor parte del petróleo producido en Arabia Saudí.” Lo que indica que es muy difícil predecir la forma en que las autoridades saudíes se comportarán en este tema. Sin embargo, él cree que ellas optarán por una política de mayor represión y dureza.

Preguntado sobre las razones por Riad no inicia reformas, señaló que el movimiento salafí es el verdadero obstáculo para cualquier reforma en el país.

Al preguntarle por qué los medios de comunicación árabes no están interesados en las reclamaciones de la comunidad shií, ya sea en Arabia Saudita, Bahrein, Kuwait, Chazelli explicó que todos los medios conocidos son parte del sistema capitalista, incluyendo los de EEUU y los sionistas.

“No cabe fiarse de los medios de comunicación internacionales, ya que presentan la información de acuerdo a la agenda estadounidense”, dijo.