En el cuarto trimestre de 1941, el Ejército Soviético parecía exhausto y los militares alemanes, que avanzaban sobre Moscú, pensaron que el Kremlin estaba a su alcance.
En el cuarto trimestre de 1941, el Ejército Soviético parecía exhausto y los militares alemanes, que avanzaban sobre Moscú, pensaron que el Kremlin estaba a su alcance. Algunos ciudadanos soviéticos temieron que su país se hundiría bajo el peso de la agresión, pero el dirigente soviético, José Stalin, tranquilizó a la población diciendo que, pese a las pérdidas y el desgaste sufridos, el Ejército Soviético resistiría. Para ello, los soviéticos habían llevado a la capital reservas procedentes de Siberia y, cuando surgió el momento oportuno, lanzaron una potente contraofensiva que hizo fracasar la “Operación Tifón” y empujó para siempre a las tropas alemanas lejos de Moscú.
En la batalla de Stalingrado se repitió aquel mismo esquema. Cuando la situación sobre el terreno parecía muy precaria, los soviéticos lanzaron una gran ofensiva con un gran contingente de tropas que se había ido reuniendo cerca de la ciudad y pusieron cerco al 6º Ejército alemán, que acabaría por rendirse casi tres meses después.
Esta táctica ha sido repetida en la actualidad en Siria. En los pasados meses, el mando militar sirio escogió a unas tropas de élite para ser entrenadas y equipadas en cooperación con los rusos en base al tratado militar existente entre ambos países.
De este modo, al cabo de poco tiempo nació el IV Cuerpo del Ejército sirio, compuesto por unos 70.000 hombres, divididos en brigadas y batallones, que cuentan con material avanzado y una buena formación. En este sentido, el IV Cuerpo deriva su experiencia de forma implícita de aquellos contingentes de tropas que salvaron Moscú y Stalingrado. La diferencia es que, en el caso sirio, su actuación no se limita a una sola ciudad. Las tareas el Cuerpo se dividen entre las provincias de Hama, Homs e Idleb en particular.
El Cuerpo ha sido dotado de armas sofisticadas. Así por ejemplo, al menos 172 tanques del mismo han sido dotados del sistema de interceptación Shtora (Cortina), lo que les protege de los ataques con misiles antitanques TOW de los terroristas. Este equipamiento del Cuerpo con armas avanzadas es un factor que favorece su avance.
En segundo lugar, la entrada en combate de una fuerza numerosa y dotada de medios sofisticados ha supuesto un duro golpe para los terroristas desde el punto de vista psicológico. Esto se ha agravado aún más debido a los ataques aéreos rusos, que han destruido sus centros de mando y depósitos de armas y municiones y han cortado importantes rutas de suministros.
En tercer lugar, el Ejército sirio ha logrado, en cooperación con los rusos, interferir el sistema de comunicaciones de los militantes, que unía a los grupos armados entre sí, a pesar de que tal sistema estaba considerado como uno de los más modernos de su tipo. Todo ello ha hecho que los militantes hayan perdido un factor clave a la hora de coordinarse y ha afectado a su capacidad de movimiento y maniobra.