Los ataques aéreos rusos continúan. Su número desde que comenzó la operación rusa en Siria, el pasado 30 de Septiembre, ha superado ya los 1.000.

Los ataques aéreos rusos continúan. Su número desde que comenzó la operación rusa en Siria, el pasado 30 de Septiembre, ha superado ya los 1.000. Al menos 819 infraestructuras y posiciones terroristas, incluyendo depósitos de armas y municiones, fábricas de explosivos, puestos de mando y control, campos de entrenamiento etc han sido destruidos, anunció el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, general Igor Konashenkov, en una entrevista con el canal de televisión RT.

En esta última semana, la aviación rusa ha destruido 363 objetivos, incluyendo 71 puestos de mando y control, 10 fábricas de explosivos, 30 depósitos de carburante, municiones y material y 252 posiciones fortificadas y campos de entrenamiento de los terroristas.

Gradualmente, los objetivos de los ataques rusos han comenzado a variar. En la primera semana, los depósitos de combustible y armas y las fábricas de explosivos se convirtieron en los blancos principales, mientras que en la actualidad los puestos de mando y emplazamientos de artillería pesada están siendo los blancos preferentes. Esto ha llevado a la muerte de un importante número de líderes terroristas.

Decenas de campos de entrenamiento, donde se concentraban un gran número de terroristas, han sido también destruidos.

Los ataques aéreos rusos se han centrado en las provincias del norte y centro: Latakia, Idleb, Homs, Hama y Alepo y, en menor medida, en Deir Ezzor y Damasco, donde los ataques comenzaron sólo en la tercera semana. Ellos han estado ausentes en el sur, Deraa y Quneitra, así como Hasaka.

Las operaciones han sido de dos tipos. Las primeras han tenido un efecto estratégico, mediante la destrucción de centros de mando, depósitos de armas, municiones y combustible, fábricas de material militar, campos de entrenamiento etc.

El segundo tipo ha sido de apoyo táctico a las operaciones terrestres del Ejército sirio, ya sean ofensivas, como ocurre en la provincia de Alepo o Latakia, o defensivas.

Objetivos destacados destruidos

En lo que se refiere a objetivos concretos eliminados, cabe señalar la destrucción de una posición reforzada del EI que contenía dos grandes depósitos de armamento en la región de Al Safirat, en la provincia de Alepo, así como otros dos enormes depósitos de armamento en la provincia de Raqqa, feudo del EI. Al menos 23 tanques del EI han resultado también destruidos.

El Frente al Nusra y sus aliados han sido también duramente golpeados por los ataques aéreos rusos. El Frente al Nusra ha perdido uno de sus mayores depósitos de armamento situado en la región de Salma, en Latakia. Este depósito contenía las reservas estratégicas de armas que el grupo había reunido entre los meses de abril y junio pasado. Su base en la región de Jan al Assal (oeste de Alepo) ha resultado también destruida junto a su contenido: tres depósitos de armamento, 9 tanques y 10 blindados.

En la provincia de Idleb, el Frente ha perdido tres depósitos subterráneos en Maaretz al Muman. La coalición Yaish al Fateh (Ejército de la Conquista), liderada por el Frente al Nusra, ha perdido sus piezas de artillería situada en Jan Shaijun, en Hama, y su base en Tirtiah, en Latakia.

La milicia del Yaish al Muyahidin, aliada del Frente al Nusra en la provincia de Alepo, ha perdido sus depósitos de armamento en la región de Al Masurah.

En lo que se refiere a Yaish al Islam, la milicia financiada por Arabia Saudí presente en la Guta Oriental, provincia de Damasco, ella ha perdido los sistemas de misiles Ossa, que había tomado al Ejército sirio en una base en Otaya. Esta milicia ha perdido igualmente sus centros de mando y operaciones, incluyendo el más importante de Failak Omar, en Mary al Sultan.