Una fuente libanesa ha indicado que existiría un acuerdo entre Moscú y Damasco con respecto a los prisioneros terroristas extranjeros que sean capturados en Siria, sobre todo los del EI.

Según un reportaje del conocido analista militar rumano Valentin Vasilescu aparecido en la publicación rumana ziaruldegarda.ro, una fuente libanesa ha indicado que existiría un acuerdo entre Moscú y Damasco con respecto a los prisioneros terroristas extranjeros que sean capturados en Siria, sobre todo los del EI.

Aquellos que no sean ciudadanos sirios, como los militantes extranjeros que han ido a luchar a Siria y los instructores saudíes, turcos, qataríes y de otras nacionalidades, y que sean capturados por el Ejército sirio serán entregados a los rusos. Según dicho acuerdo, Rusia les trasladará a Siberia a bordo de aviones AN-124, que transportan habitualmente armas y municiones hacia Siria, cuando éstos regresen a Rusia.

Uno de los destinos de estos prisioneros sería el campo petrolífero de Vankor, en el norte de la provincia siberiana de Krasnoyarsk, que contiene 520 millones de toneladas de petróleo y 95.000 millones de metros cúbicos de gas natural. Se trata del proyecto industrial más importante de Rusia para los próximos 10 años. Rusia prevé construir oleoductos y gaseoductos para enviar estos productos a China.

El único problema es la mano de obra. El proyecto precisa de unos 14.000 a 25.000 trabajadores, lo cual no es fácil de conseguir en esta región deshabitada, que se encuentra más allá del Círculo Polar Ártico. Rusia estaría estudiando obtener mano de obra suplementaria creando campos de reeducación por medio del trabajo para terroristas capturados en Siria.

Las temperaturas de la región alcanzan con frecuencia los 40 grados bajo cero o más. Esto junto con la existencia de una importante presencia de osos blancos y el hecho de que las poblaciones más próximas estén a más de 1.000 kms de distancia constituyen factores disuasorios frente a posibles fugas.