China condenó vivamente el martes la presencia de un navío de guerra estadounidense a menos de doce millas de las islas artificiales que Pekín construye en el Mar la China Meridional.
China condenó vivamente el martes la presencia de un navío de guerra estadounidense a menos de doce millas de las islas artificiales que Pekín construye en el Mar la China Meridional, denunciando una "amenaza para su soberanía".
El navío lanzamisiles USS Lassen navegó el martes por la mañana en las aguas que rodean al menos una de las islas chinas en el archipiélago disputado de las Spratley, indicó un responsable norteamericano de Defensa a AFP.
Las autoridades chinas han expresado su "firme oposición" a este despliegue estadounidense.
Este navío "entró ilegalmente y sin permiso de China" en las aguas que rodean a estos islotes, manifestó Lu Kang, portavoz del Ministerio chino de Exteriores, en un comunicado.
"Esto constituye una amenaza para la soberanía de China y para sus intereses de seguridad", prosiguió, recordando que el país posee una soberanía "indiscutible" sobre el archipiélago y sus aguas circundantes.
Pekín "se opone absolutamente a que un país tercero utilice la libertad de navegación y de sobrevuelo como pretexto para atentar contra la soberanía nacional de China o sus intereses de seguridad", insistió Lu añadiendo que el gobierno chino "responderá de forma contundente a toda acción provocadora".
Por su parte, la agencia Xinhua señaló en un comunicado que el paso del navío norteamericano "representa una provocación y una manifestación de fuerza bajo la cobertura de la libertad de navegación en la región".
China considera como parte de sus aguas territoriales la zona de doce millas alrededor de estas islas. EEUU rechaza esta reivindicación y estima que Pekín no puede afirmar su soberanía sobre estas aguas estratégicas.
El carácter provocador de esta operación estadounidense se pone de manifiesto por el hecho de que China no había llevado a cabo actividad militar alguna contra EEUU. De este modo, esta acción un carácter preventivo dirigido a humillar a China y obligarla a retirar sus reclamaciones de soberanía sobre estas islas. Estas acciones incrementan, sin embargo, el riesgo de un choque armado.
El 9 de octubre, el portavoz del Ministerio chino de Exteriores que afirmó que "China nunca permitirá a ningún país tercero violar las aguas territoriales y el espacio aéreo de las Spratley en nombre de la libertad de navegación".