El grupo terrorista EI cobró fuerza por la política ambigua de "ciertas potencias mundiales y regionales", aseguró hoy el jefe del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), Vitali Bortnikov.
El grupo terrorista EI cobró fuerza por la política ambigua de "ciertas potencias mundiales y regionales", aseguró hoy el jefe del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), Vitali Bortnikov.
Sin mencionar a EEUU y sus aliados europeos y de la región, pero en alusión directa a ellos, Bortnikov denunció que el EI se gestó con la denominada "primavera árabe", y mediante este instrumento Washington y sus seguidores trataron de alcanzar sus propios objetivos.
Resaltó el jefe del FSB al inaugurar la reunión 39 del Consejo de Jefes de Organismos de Seguridad y Agencias de Inteligencia de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que esos países pusieron al mundo al borde de un conflicto global de posibles consecuencias desastrosas.
Quienes están detrás del EI pretenden imponer sus ambiciones estratégicas en Asia y África, reiteró durante la intervención transmitida por el canal nacional informativo 24.
Sobre la situación operativa en esas zonas geográficas, Bórtnikov opinó que el EI y las fuerzas que lo apoyan cambiaron radicalmente el mapa político y religioso en el Medio Oriente y África del Norte con el empleo de las nuevas tecnologías de propaganda.
Como resultado, expresó, sembraron la desconfianza entre las amplias capas de la población musulmana, la incredulidad en las instituciones estatales y han desvirtuado los valores tradicionales del Islam.
Mencionó que no solo el EI y el Frente Al Nusra (filial de Al Qaeda), sino también otros grupos, lograron captar a muchos jóvenes con la difusión de la ideología extremista, e incluso esos terroristas crearon una gran red de campos de entrenamiento en Siria, Iraq y otras naciones vecinas.
El jefe del FSB recordó que los líderes de agrupaciones terroristas que operan en África, Europa y el sudeste de Asia juraron lealtad al EI.
Sobre la composición de los efectivos de ese ejército extremista, el jefe de la seguridad de Rusia precisó que en sus filas combaten ciudadanos de más de 100 países, un 40 por ciento de los cuales son mercenarios.
Al referirse a la composición nacional de varios subgrupos violentos del EI, enfatizó en que una decena de esas falanges la integran ciudadanos de Rusia, Ucrania, Georgia y estados de Asia Central.
Recomendó al respecto reforzar las fronteras de las naciones del espacio postsoviético, en especial las ubicadas en Centroasia, lo cual calificó de asignatura pendiente requerida de una pronta respuesta.
La amenaza contra esta zona se incrementa por la posible llegada de terroristas en medio de la escalada de tensiones en Afganistán, según la fuente.
Numerosos grupos armados que forman parte del Talibán se concentran en el norte afgano, y parte de ellos juró también lealtad al EI, lo que incrementa significativamente la amenaza de su posible llegada al territorio de Asia Central, concluyó el jefe del FSB de Rusia.
PL