El régimen saudí, con la ayuda del grupo terrorista Yaish al Islam, había preparado un plan para atacar Damasco desde las provincias del sur.

El régimen saudí, con la ayuda del grupo terrorista Yaish al Islam, había preparado un plan para atacar Damasco desde las provincias del sur después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, rechazara unas propuestas saudíes para Siria formuladas por el segundo príncipe heredero y ministro de Defensa saudí, Mohammad bin Salman, durante su visita a Rusia el 19 de Junio. La reunión no tuvo lugar en el Kremlin sino en Sochi en los márgenes de una carrera de Fórmula-1. El encuentro fue “frío y tenso”, según testigos.

El régimen saudí con la ayuda del grupo wahabí Yaish al Islam (Ejército del Islam) preparó entonces un plan para atacar Damasco tras el inicio de los ataques aéreos rusos en Siria. El plan consistía en un ataque repentino y masivo de los miembros del grupo, financiado por Arabia Saudí. El ataque iba a partir de las provincias de Deraa y Quneitra con la coordinación del líder del mencionado grupo terrorista, Zahran Allush, que se halla en la Guta Oriental, en la provincia de Damasco, añadió Al Akhbar.

Muhammad ibn Salam creía que este ataque serviría a sus ambiciones personales al lograr un éxito de sus patrocinados en Siria en un momento en el que los ataques aéreos rusos ya habían comenzado, y en que la guerra de Yemen iba de fracaso en fracaso y los combates en Maarib y Taizz no sólo no habían abierto la puerta hacia la capital, Sanaa, sino que habían supuesto una sangría de hombres y material para Arabia Saudí.

Sin embargo, el servicio de inteligencia ruso había sido informado del plan saudí contra Damasco y, después de consultar con el movimiento libanés Hezbolá, los aviones rusos cambiaron su dirección del norte al sur de Siria y bombardearon las posiciones del Yaish al Islam en la Guta Oriental y Jobar, en especial las localidades de Mary al Sultan y Deir al Asafir.

Los ataques rusos destruyeron los centros de mando y líneas de suministro de los terroristas y desbarataron la proyectada ofensiva, que había sido preparada en cooperación con la célula Mok, situada en Jordania.

Por su parte, el Ejército sirio y Hezbolá lanzaron un ataque con tropas terrestres bajo la escolta de la operación aérea rusa contra las mismas zonas.