Según la publicación estadounidense National Interest, los nuevos submarinos nucleares rusos se inquietan a la Marina norteamericana.
Según la publicación estadounidense National Interest, los nuevos submarinos nucleares rusos se inquietan a la Marina norteamericana.
El submarino nuclear de ataque K-239 Severodvinsk del proyecto 885 Yasen (Código OTAN: Graney) es uno de los mejores submarinos del mundo, que puede rivalizar con los submarinos norteamericanos Seawolf, señala la publicación norteamericana.
"Hacemos frente a adversarios potenciales poderosos. Basta ver al Severodvinsk, un submarino ruso dotado de misiles de crucero. Estoy tan impresionado por ese navío que he encargado al Centro Carderock que fabrique su maqueta utilizando los datos públicos", dijo el contraalmirante Dave Johnson, responsable del programa de submarinos en el Mando de Sistemas Navales (NAVSEA), el mayor de los cinco mandos de sistemas de la Marina estadounidense.
El Severodvinsk, que entró en servicio en 1993, utiliza numerosas tecnologías de automatización concebidas para los submarinos del proyecto 705 Lira (Código OTAN: Alfa) en los años ochenta. El Lira era el submarino más rápìdo de su época y podía alcanzar la mayor profundidad en inmersión.
El nuevo submarino posee 24 misiles nucleares de largo alcance y 10 tubos lanzatorpedos. También puede entrar en combate con otros submarinos. Tiene un desplazamiento menor a los submarinos Akula, y una mejor maniobrabilidad, debido a la mejora en sus reactores. Es también el submarino más silencioso que posee Rusia.
Los ingenieros rusos han renunciado por primera vez al doble casco optando por una estructura híbrida más ligera para el proyecto Yasen.
La tripulación del Severodvinsk cuenta sólo con 32 oficiales y 58 marinos.
En 2009 comenzó la construcción del segundo submarino de clase Yasen, el Kazan. En 2011, Rusia aprobó la construcción de otros cuatro submarinos más de esta clase.
EEUU tiene sólo tres Seawolf y tendrá dificultades para mantener un equilibrio de fuerzas con los submarinos rusos, lo cual le obligará a construir más submarinos, señala The National Interest.