El presidente de Irán reivindicó el asalto a la embajada de Estados Unidos en esta capital, hace hoy 36 años, como el inicio de una nueva era de sucesos importantes e independencia política en Irán.
El presidente de Irán, Hassan Rohani, reivindicó el asalto a la embajada de Estados Unidos en esta capital, hace hoy 36 años, como el inicio de una nueva era de sucesos importantes e independencia política en Irán.
Rohani recordó la toma de la legación diplomática norteamericana en Teherán el 4 de noviembre de 1979 por un grupo de estudiantes universitarios identificados con la entonces naciente Revolución Islámica, y enalteció el papel determinante de la juventud en la defensa del país.
"La toma de la embajada de EEUU formó los pilares de la independencia y la lucha contra el poder arrogante (como denominan aquí a la hegemonía de potencias occidentales) por parte de la Revolución Islámica de Irán", enfatizó el mandatario.
Durante una reunión del Consejo Supremo de la Revolución Cultural, el jefe de Estado reiteró el rol de los estudiantes universitarios y de niveles inferiores de enseñanza en los acontecimientos políticos de estos años y en salvaguardar los logros de la nación, especialmente la defensa.
Recordó que la acción contra la representación de Washington aquí fue ordenada por el entonces ayatolah y líder supremo iraní, el hoy Imán Ruholá Jomeini, y por ello se considera la segunda revolución.
Autoridades gubernamentales, jerarcas religiosos islámicos y pueblo en general se movilizan en Teherán y otras zonas del país persa para conmemorar con marchas y actos cívicos el asalto a la embajada cada 4 de noviembre, declarado aquí Día Nacional contra la Arrogancia Global.
Los universitarios que ocuparon la sede estadounidense lo hicieron movidos por la indignación de los complots que urdía la Casa Blanca para derrotar la revolución islámica que triunfó en febrero de 1979, y dentro del edificio los jóvenes hallaron documentos probatorios de sus sospechas de conspiración.
Un día como hoy de 1964 Khomeini fue enviado al exilio por el otrora Shah de Persia, Mohammad Reza Pahlavi, y numerosos estudiantes iraníes murieron a manos del ejército del anterior régimen durante la revolución.
En una reunión con más de mil adolescentes y jóvenes en vísperas del Día Nacional de los Estudiantes, el líder supremo de Irán, Ayatolá Sayyed Alí Jamenei, los instó a no olvidar "los planes siniestros de los enemigos".
Jamenei señaló que la iraní es una sociedad libre y la crítica y la discrepancia ayuda a su progreso, pero recordó arengas del Imam Jomeini a la población para "gritar a EEUU lo más alto que pueda", y alertó para no equivocar a amigos y enemigos.
Respecto a los segundos, subrayó que Irán tiene dos grandes enemigos, en alusión a EEUU e Israel, y remarcó que "el gran enemigo es el que está tratando de arrebatarle sus logros a la nación".
"Los norteamericanos alegan estar contra las guerras e incluso sueltan lágrimas ante las cámaras, pero en realidad son los que no tiemblan cuando ven las masacres sionistas de cientos de niños en Gaza o Cisjordania (territorio ocupado de Palestina)”, subrayó.
PL