Venezuela respaldó el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU las gestiones de la organización para poner fin al conflicto en Libia.

Venezuela respaldó el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU las gestiones de la organización para poner fin al conflicto en Libia, mediante el diálogo inclusivo y el establecimiento de un gobierno de unidad.

En una sesión del órgano de 15 miembros sobre la situación libia, el embajador venezolano aquí, Rafael Ramírez, afirmó que esas constituyen las bases para la construcción en el país norteafricano de un Estado de derecho con instituciones judiciales sólidas.

Reiteramos nuestro apoyo a los esfuerzos del representante de Naciones Unidas Bernardino León, extensivo a su sucesor Martin Kobler, para alcanzar una solución política y que la paz retorne al hermano pueblo africano, subrayó.

Ramírez afirmó en el foro que la violencia y la inestabilidad en Libia son el fruto del colapso institucional provocado por la intervención de la OTAN en 2011, cuando fue derrocado y asesinado Muamar Gadafi.

De acuerdo con el diplomático, la ausencia de un Estado estructurado y las divisiones internas generan un panorama de caos aprovechado por grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico.

Respecto a la labor de la Corte Penal Internacional (CPI), hacia la cual fue transferido el caso libio en 2011, señaló el apoyo de Caracas a su papel de investigar las flagrantes violaciones de los derechos humanos en la nación petrolera.

Sin embargo, alertó que Venezuela sigue preocupada por las motivaciones políticas que tratan de imponerse a la Corte, a partir de la intervención del Consejo de Seguridad por los intereses de algunos de sus miembros.

Libia representa un ejemplo de esa parcialidad, y la politización tiene un impacto negativo sobre la actuación del órgano basado en el Estatuto de Roma, dijo.

Ramírez demandó un accionar objetivo e imparcial, alejado del doble rasero que algunas potencias pretenden imprimirle.

En su intervención ante el Consejo, el embajador venezolano también condenó el ensañamiento y la revancha que se manifiestan contra ex integrantes del gobierno de Gadafi y su familia.

De ahí que rechacemos la decisión de un tribunal libio de condenar a la pena capital, en ausencia, a Saif Gadafi, porque consideramos que no existieron garantías procesales, una postura compartida a nivel internacional, expuso.

Según Ramírez, el hijo de Gadafi debe ser transferido a la CPI, en La Haya, para que el juicio ocurra con pleno respeto a sus derechos humanos.

PL