Según un político norteamericano, la política llevada a cabo por Occidente priva a las gentes de perspectivas económicas.

Según un político norteamericano, la política llevada a cabo por Occidente priva a las gentes de perspectivas económicas.

“La política de los países occidentales podría llevar próximamente a las sociedades europeas hacia revoluciones violentas y una privación completa de derechos económicos y políticos”, estimó el politólogo norteamericano Paul Craig Roberts.

Según él, numerosos factores podrían convertirse en las causas de estos alzamientos. En particular, la política económica de Occidente, que busca el desarrollo del sector financiero y económico de los países, pero sólo para beneficiar a las grandes corporaciones.

Otro factor es el traslado de las empresas fuera de los países occidentales y la pérdida de empleos allí, lo que reduce la participación occidental en la producción internacional de bienes y servicios y en la entrada de productos de otras partes del mundo en el mercado europeo y norteamericano.

Según Roberts, estos dos factores privan a los ciudadanos occidentales de perspectivas económicas.

Además, los tratados de libre comercio transatlántico y transpacífico “eliminarán la soberanía política y transformarán a los gobiernos en entidades al servicio de las corporaciones internacionales”, creyó el analista.

“La democracia se reemplazará simplemente por el poder corporativo”, indicó Roberts precisando que los actores paralelos no representan los intereses de la población, pero sirven a los intereses de las grandes empresas.

“Después de la conclusión de los tratados de libre comercio, los gobiernos podrían ser considerado como privatizados. No tiene sentido ya mantener los organismos legislativos, presidentes, primeros ministros y tribunales”, estimó.

Sin embargo, hay países que no se encuentran en esta coyuntura: Rusia, China, Irán, Brasil, India y Sudáfrica.

“Estos países se convertirán en una reserva de soberanía nacional y de control público, mientras que la libertad y la democracia van a desaparecer en Occidente”, concluyó el politólogo.