El EI urdió cinco atentados en esta capital, pero la detención de un cómplice alteró sus planes, reveló el ministro libanés del Interior al brindar detalles del ataque suicida en Burj al Barajneh.

El EI urdió cinco atentados en esta capital, pero la detención de un cómplice alteró sus planes, reveló hoy el ministro libanés del Interior, Nuhaq Mashnouq, al brindar detalles del ataque suicida en Burj al Barajneh.

"Los terroristas tenían concebido cinco ataques, pero el plan fue entorpecido parcialmente por el arresto del cómplice libanés", comentó Mashnuq en rueda de prensa en el ministerio del Interior, en la que informó avances en las investigaciones a partir de confesiones de los apresados.

Según el titular, El Líbano es un país seguro porque "nuestras agencias policiales operan sobre bases nacionales, al margen de las luchas políticas", y subrayó que la estabilidad política permanece como la única senda para materializar y salvaguardar la seguridad nacional.

Tras repudiar la acción que provocó 43 muertos y 239 heridos, el ministro señaló que prosigue la persecución y el combate al terrorismo. "Los libaneses han comprobado que el país no ofrece un ambiente propicio para los terroristas", opinó.

La inteligencia de las Fuerzas de Seguridad Interna ha hecho un "avance excepcional" en rastrear e identificar a terroristas, y ejercerán más esfuerzos en combatirlos ante la escalada de amenazas ideológicas, destacó.

Insistió en que el plan original de los hombres del EI, acrónimo árabe de EI, era atacar el hospital del Profeta Mayor Al Rasul al Azam, bajo gestión del movimiento Hezbolá, pero se cambió de objetivo debido a las fuertes medidas de seguridad allí.

No obstante, reconoció que el complot para llevar a cabo cinco inmolaciones en una misma área "indica que lo peor está por llegar", y añadió que es difícil el enfrentamiento al terrorismo en una nación con "un gobierno descabezado y dividido, si no actuamos en apego al deber nacional".

El fiscal general para Apelaciones, Samir Hammud, declaró el sábado que la inteligencia del Ejército libanés identificó a uno de los atacantes que pretendió inmolarse a partir de exámenes cruzados de sospechosos detenidos.

Al respecto, el ministro confirmó que ninguno de los suicidas muertos o capturados es palestino, como se dijo inicialmente con el ánimo -según algunos analistas- de azuzar discordias entre residentes shiíes de Burj al Barajneh y refugiados del campamento homónimo colindante, de mayoría sunní.

Mashnuq explicó que un grupo de sirios afiliados al EI permaneció en el propio vecindario situado en el Dahiyeh, suburbio sur de Beirut, y otro utilizó un apartamento en el barrio Ashrafieh donde preparó e improvisó cinturones explosivos para los atentados.

Indicó, además, que el terrorista identificado como oriundo de la norteña ciudad de Trípoli trató de inmolarse durante el arresto y que otros dos libaneses fueron detenidos, uno que tenía la misión de suicidarse y otro que ayudó al ingreso ilegal al país de los siete extremistas sirios.

PL