La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) pidió hoy a Israel el cese de las demoliciones castigo de viviendas palestinas en la ocupada Cisjordania.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) pidió hoy a Israel el cese de las demoliciones castigo de viviendas palestinas en la ocupada Cisjordania.
Esta forma de sanciones colectivas está prohibida por las leyes internacionales, porque no solo va contra supuestos responsables de ataques, sino también personas inocentes, como familiares y vecinos, advirtió la agencia especializada de la ONU.
Autoridades israelíes acuden a la práctica de las demoliciones en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental, bajo el argumento de amedrentar a los palestinos, quienes llevan décadas sometidos a la presencia militar extranjera.
La OCHA señaló en un comunicado que desde el sábado pasado, al menos cinco familias han sufrido de manera directa el repudiado procedimiento, en las ciudades de Jerusalén, Nablus y Ramala.
Según la Oficina, la destrucción de viviendas afectó además a nueve apartamentos vecinos, los cuales resultaron dañados o declarados inseguros.
Asimismo, la entidad de Naciones Unidas rechazó que en protestas contra las demoliciones, los ocupantes asesinaron a dos palestinos e hirieron a nueve en un campo de refugiados en Qalandiya.
Datos de la ONU reflejan que desde el 1 de junio de 2014, Israel selló o destruyó con explosivos en castigo al menos 16 estructuras, con saldo de 90 nuevos desplazados, entre ellos 51 niños.
Sus acciones violentas provocaron además 55 desplazamientos temporales, al resultar dañadas 12 casas adyacentes.
Tel Aviv había suspendido en 2005 esta práctica, luego de que un comité militar la considerada inefectiva como medida disuasoria, sin embargo, la reactivó en 2009 de manera aislada y a mediados de 2014 de forma sistemática.
PL