Las fuerzas populares de Ansarulá han asestado un duro golpe a las fuerzas de la coalición saudo-árabe y a sus milicianos, que lanzaron en los pasados días una ofensiva para tomar la ciudad de Taizz.
Las fuerzas populares de Ansarulá han asestado un duro golpe a las fuerzas de la coalición saudo-árabe y a sus milicianos, que lanzaron en los pasados días una ofensiva para tomar la ciudad de Taizz, la tercera ciudad de Yemen, situada en el suroeste del país.
Fuentes de seguridad señalaron a la agencia yemení Khabar que entre 100 y 200 milicianos pro-saudíes murieron el lunes por la tarde en una emboscada tendida por Ansarulá, cerca de la base de Al Umari, en la región de Dhubab-Moja, en los alrededores de Taizz.
Ellos avanzaban en cuatro frentes hacia la región estratégica de Bab el Manded, cuando cayeron en la emboscada.
Fuentes próximas a la coalición saudí reconocieron la muerte de 20 milicianos y afirmaron que un centenar más habían sido heridos y transferidos hacia los hospitales de Taizz, Lahej y Adén.
La suerte de un líder de Al Qaida, Hashim Sayyed, resulta desconocida. Algunos medios anunciaron el fallecimiento de este dirigente del grupo terrorista, que lucha al lado de las fuerzas saudíes en Yemen, mientras que otras fuentes yemeníes sostienen que él está gravemente herido. Su hijo y su nieto murieron en la emboscada.
Aviación saudí bombardea zonas residenciales y mata a dos familias
Paralelamente, aviones de caza saudíes han intensificado los bombardeos de zonas residenciales en Taizz.
Una familia de ocho miembros quedó sepultada en los escombros de su vivienda destruida por un ataque saudí en la región de Sala, en Taizz.
En la región de Al Yauf, otra familia de siete miembros halló igualmente la muerte a consecuencia de los bombardeos saudíes contra su casa.